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Panolis
El término panoli es un adjetivo que suele aplicarse para llamar así a las personas bobas, fáciles de engañar, que son excesivamente crédulas y muy confiadas. Existen algunas controversias en torno al origen exacto de esta palabra, ya que algunas fuentes apuntan a la expresión catalana 'pa amb oli' (pan con aceite) debido a que no hay nada más simple que un trozo de pan untado en aceite.
Sin embargo, la mayoría de fuentes reclaman el origen del vocable como valenciano, ya que, en dicha comunidad, existe un bollo llamado 'pa en oli'. La propia RAE reconoce el origen de panoli a su etimología valenciana e incluso podemos encontrar referencias en la obra Tirant lo Blanc -considerada como la primera novela caballeresca, publicada en 1490, y que fue escrita por el valenciano Joanot Martorell-.
En diversas localidades de la provincia de Castellón, este dulce, se conoce con diversos nombres, por ejemplo: en Vilanova d'Alcolea y Morella se rellenan con dulce de boniato o calabaza y se denominan panoli o casquetes; en Pavías (en la comarca del Alto Palancia) se suelen pintar con la clara del huevo y las llaman congretes; en las localidades de Benicàssim y Benicarló se emplea en lugar de agua la mistela (e incluso aguardiente) y las denominan coquetes; y en la Plana Alta y Alcalatén se denominan prims i primes.
Curiosidades del panoli
Históricamente, el panoli se distribuía en diversas poblaciones de Les Terres de l'Ebre para recaudar fondos destinados a las fiestas mayores y a las festividades de barrio. Ahora, esta pasta en forma de galleta, con una característica montañita en el centro de la misma, es típica de la fiesta del Corpus en Barcelona.
En la Ciudad Condal, dicho dulce solo se podía conseguir en un momento y en un lugar específico: el domingo de Corpus, en la iglesia de la Concepció. En esta iglesia catalana, se encargan los panolis, expresamente, a un horno del barrio del Eixample y los venden acompañados de un manojo de cerezas en el claustro de la parroquia, justo al lado de l'Ou com balla.

Panolis
Receta del panoli
Los ingredientes de esta galleta catalana incluyen harina, aceite, matalauva, azúcar y vino dulce, como el moscatel. La textura de la coca varía de blanda a crujiente según el tiempo de elaboración. Una capa de mezcla de azúcar y canela se espolvorea sobre la coca antes de su consumo y una vez horneada. Se suele comer entre horas o para merendar y en muchas poblaciones de Les Terres de l'Ebre está, fuertemente, asociada con las fiestas mayores.
La receta se encuentra recogida en el Institut Català de la Cuina i de la Cultura Gastronòmica, un paso a paso que consigue una adictiva galleta dulce con un sabor similar al de las rosquillas de vino de Navidad.
Para hacer la receta, solo tenéis que obtener los siguientes ingredientes:
- Medio litro de aceite de oliva.
- 200 g de azúcar.
- 50 g de matalauva en grano.
- Medio kg de harina.
- 1 chupito de vino dulce.
Para su elaboración, seguiremos los siguientes pasos:
En un cuenco, añade el aceite, el azúcar y la matalauva y revuélvelo bien. Añade el chupito de vino dulce y sigue removiendo.
Cuando esté bien revuelto, añade la harina hasta que la pasta se pueda trabajar.
Haz bolas de unos 100 g, aplasta primero, estíralas con los dedos y forma tortas de unos 12 cm de diámetro y 1,5 cm de espesor, aproximadamente.
Finalmente, con un pellizco, haz una pequeña montañita en medio. Cúbrelas con una capa fina de azúcar. Finalmente, colócalas en una bandeja de horno y cuece poco a poco a 120º de temperatura.
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