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Fotomontaje anchoas y La Escala
Las anchoas de La Escala son un producto emblemático de la gastronomía catalana, reconocidas por su sabor y su calidad. Esta tradición de salazón se remonta a siglos atrás en la localidad costera, de este pueblo, donde los pescadores desarrollaron técnicas para preservar el pescado azul. Actualmente, cuentan con la Indicación Geográfica Protegida (IGP), lo que garantiza su origen y proceso de elaboración artesanal.
El proceso de elaboración sigue métodos tradicionales: tras la captura, las anchoas se limpian y se salan en barriles, donde maduran durante varios meses. Una vez completada la maduración, se filetean a mano, eliminando cuidadosamente las espinas, y se envasan en aceite de oliva o al natural. Este meticuloso proceso asegura un producto de alta calidad con un sabor equilibrado y una textura firme.
La historia de la anchoa en La Escala
La espectacular bahía de La Escala ha sido a lo largo de los siglos la puerta de entrada desde el Mediterráneo de civilizaciones lejanas. Aquí se instalaron los griegos y los romanos, tal como evidencia el yacimiento arqueológico de Empúries.
Este impresionante paraje de la Costa Brava es un recordatorio del pasado de la villa y también el único yacimiento de la Península donde conviven los restos de una ciudad griega con los de otra romana. En este espacio se pueden realizar visitas teatralizadas para adentrarte en su historia.
Las letras y la literatura también forman parte de la herencia cultural de este pueblo. Aquí nació la escritora Caterina Albert, conocida como Víctor Català, y autora de la novela Soledad (1905), considerada una de las obras literarias capitales del modernismo catalán. A través de una ruta literaria se pueden visitar su casa natal en el Alfolí de la Sal y, también, otros lugares que inspiraron su obra.

Museo de la Anchoa y la Sal
Paseando por las calles de La Escala, la tradición marinera te acompaña durante todo el recorrido. Desde el paseo marítimo hasta playas como la de Montgó, que todavía conserva la torre de defensa, construida en 1598, por orden del rey Felipe I para proteger a la villa de los piratas. Esta torre ofrece unas magníficas vistas de La Escala, Sant Martí d’Empúries y la bahía de Roses.
Además, La Escala invita a sus visitantes a descubrir un tesoro culinario: las anchoas. Son uno de los productos más preciados de la gastronomía marinera catalana. De fama internacional, tienen su propio museo ubicado en el antiguo matadero. No puedes irte de allí sin probar esta delicia que se elabora artesanalmente desde hace más de 2.500 años.
La Fiesta de la Sal
La Fiesta de la Sal nació en el año 1997, para conmemorar el III centenario de la construcción del Alfolí de la Sal, antiguo almacén al que llegaba la sal por mar, procedente de las salinas de Ibiza o Torrevieja. Y se distribuía a los pueblos del interior.
Es una fiesta de participación popular que rememora y homenajea a los orígenes pescadores y saladores de La Escala, recreando cómo era la vida cotidiana, de hace más de cien años. Incluye una muestra de oficios marineros, escenas de la vida cotidiana de la época, bailes y canciones tradicionales y la cocina marinera.
Con el paso de los años, la música se ha convertido en un componente imprescindible de la fiesta, ya que se inicia con un concierto del Coro Indika y termina con un baile popular de fin de fiesta. También, está presente con habaneras, canciones de taberna y canciones de los juegos de los niños.

Fiesta de la Sal
La fiesta está organizada por el Archivo Histórico y el Museo de la Anchoa y de la Sal, una recreación histórica en el marco incomparable de la playa del antiguo puerto de La Escala. Esta incorpora elementos antiquísimos de su patrimonio inmaterial como el Baile del Dragón y el de la Farandola.
Desde el año 2015 ha sido incluida oficialmente en el Catálogo del Patrimonio Festivo de Cataluña. Se celebra anualmente el tercer sábado de septiembre.
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