La ciudad de Jordania que tiene el mosaico geográfico de Tierra Santa más antiguo del mundo

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Si tienes previsto viajar a Jordania, deberías dejar un hueco en tu agenda para visitar Madaba. ¡Una joya más allá de Petra o Amán!

Situada a poco más de 30 kilómetros al suroeste de Amán, la capital de Jordania, Madaba es una joya histórica poco conocida que guarda uno de los tesoros arqueológicos más fascinantes del mundo: el mosaico del mapa de Madaba, considerado la representación cartográfica más antigua de Jerusalén y Tierra Santa que se conserva en el mundo, puesto que data del siglo VI d. C.

Más allá de esta maravilla bizantina, la ciudad es un verdadero crisol de culturas, religiones y civilizaciones que han dejado su huella durante más de tres mil años. Madaba es la quinta ciudad más poblada de Jordania y aunque no goza de la fama de otros rincones del país como Petra (la maravilla de piedra caliza), es una urbe que no deberías perderte en tu próxima visita. Hoy te desvelamos 5 curiosidades para que, si no la tenías en tu radar, te pique el gusanillo y la incluyas en tu próximo itinerario por Jordania.

El mapa de Madaba: una guía del siglo VI

El principal atractivo de Madaba es, sin duda, su célebre mosaico con forma de mapa. Descubierto en 1897 durante la construcción de la iglesia ortodoxa de San Jorge, este impresionante mosaico bizantino tenía unas medidas de más de 21 metros de largo por 7 de ancho y más de dos millones de teselas, aunque hoy se conserva solo una parte.

Elaborado en el siglo VI d.C. representa con gran detalle la geografía del Medio Oriente desde el Líbano hasta el delta del Nilo, incluyendo más de 150 lugares que se han podido identificar. De hecho, en la representación de Jerusalén se pueden distinguir puertas, calles y edificios, incluyendo la iglesia del Santo Sepulcro. Esto ha convertido a este mapa, más allá de su incalculable valor artístico, en una herramienta clave para arqueólogos y estudiosos de la Biblia a la hora de localizar algunos sitios sagrados.

Madaba, la ciudad de los mosaicos

Aunque el mapa es su tesoro más preciado, Madaba cuanta con gran cantidad de obras similares que han sido descubiertas en iglesias, casas y edificios públicos pertenecientes a la época bizantina. Por ello, la ciudad es conocida como la urbe de los mosaicos.

Muy cerca de San Jorge, descubrimos el parque arqueológico de Madaba, que conserva los restos de una iglesia bizantina con mosaicos del siglo VIII en los que se pueden apreciar diseños de flores, animales y escenas mitológicas.

Crisol de culturas y religiones

Madaba es también un buen ejemplo de convivencia religiosa en el mundo árabe. Con una población compuesta por musulmanes y cristianos (que representan en torno al 30/40%), la ciudad destaca por ser un buen ejemplo de tolerancia y convivencia pacífica.

Observar la arquitectura de la ciudad es un ejercicio muy enriquecedor: los campanarios e iglesias ortodoxas se difuminan en el horizonte con los minaretes de las mezquitas. Entre estas, destaca la del Rey Hussein, coronada por una cúpula cubierta con magníficos mosaicos azules.

En cuanto a arquitectura cristiana, destaca la iglesia de la decapitación de San Juan Bautista. En su interior se pueden visitar diversas catacumbas y también se puede subir a su campanario para obtener una de las vistas más espectaculares de Madaba.

Monte Nebo: mirador bíblico y legado de Moisés

Unos 12 kilómetros separan la ciudad de uno de los lugares más sagrados de Jordania: el monte Nebo. Allí, según la tradición bíblica, Moisés contempló la Tierra Prometida antes de morir. Si tienes suerte y el día está despejado, podrás divisar el valle del Jordán, el mar Muerto y hasta Jerusalén.

En la cumbre, el viajero podrá descubrir un monumento con una gran cruz y una serpiente enroscada que simboliza la serpiente que Moisés llevó al desierto, así como un pequeño museo o una iglesia que alberga uno de los mosaicos mejor conservados de Jordania que data del año 530.

De compas por el zoco de Madaba

El zoco de Madaba, aunque bastante más modesto que los grandes bazares de otras ciudades árabes, es un espacio lleno de vida. Ubicado en el corazón del casco antiguo, es el centro neurálgico de la ciudad, donde los locales hacen sus compras diarias.

Además de productos frescos, en el zoco también hay puestos para que el viajero se pueda llevar el mejor souvenir a casa. Desde mosaicos elaborados por artesanos locales hasta cerámicas pintadas a mano o textiles bordados. Eso sí, el regateo forma parte del ritual.

En definitiva, Madaba es una ciudad que invita a descubrir la historia y que, entre otros muchos tesoros, alberga el mosaico geográfico de Tierra Santa más antiguo del mundo. Una ciudad que, por méritos propios, se ha hecho un hueco entre los sitios imprescindibles que ver en Jordania, un país que puede presumir de contar con algunos de los lugares más instagrameables del mundo.