La espectacular piscina natural de Cáceres bajo un puente romano que está a dos horas de Madrid

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La llegada del calor y las altas temperaturas a España significa buscar cobijo en zonas costeras o piscinas. Son miles de personas las que han empezado a visitar estos lugares para refrescarse. Lo cierto es que no solo se quedan en este tipo de espacios, sino que en verano las piscinas naturales se convierten en las mejores aliadas para darse un baño. A lo largo del territorio encontramos diferentes rincones de agua dulce rodeados de un entorno natural perfecto para los que quieren tranquilidad en mitad de la naturaleza. 

En la provincia de Cáceres, y a tan solo dos horas de distancia de Madrid, se encuentra una de estas espectaculares piscinas naturales que posee nuestro país. Estamos hablando de la Garganta de Alardos, situada el precioso pueblo de Madrigal de la Vera. Es aquí donde se pueden disfrutar de las aguas cristalinas y de una belleza inigualable que atrae cada año a cientos de turistas.

Así es la piscina natural de la Garganta de Alardos

La localidad de Madrigal de la Vera es la primera con la que uno se topa al viajar por el sur de la sierra de Gredos en sentido este-oeste. Son muchos los que visitan su casco urbanos, donde destaca la iglesia de San Pedro Apóstol, una construcción que data del siglo XV. Aunque, sin duda, su mayor atractivo es la Garganta de Alardos. Un espacio que es accesible desde cualquier otro pueblo de la comarca de La Vera. 

Aquí encontramos un impresionante entorno natural que envuelve la piscina natural situada bajo un puente romano del que se cree que se construyó sobre la base de otro más antiguo que tenía relación con la calzada que cruzaba la sierra de Gredos. Esta piscina está rodeada de paredes rocosas y una gran vegetación que crea un ambiente fresco para los días que son especialmente calurosos. 

Puente romano de la Garganta de Alardos.

La piscina natural destaca por sus aguas cristalina y frescas, puesto que desciende de las cumbres montañosas. Cuenta con una profundidad considerable tanto para darse un chapuzón y refrescarse como para nadar un rato. Además, en este lugar también se pueden observar pequeñas cascadas o rápidos que otorgan más magia al lugar.