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Las piscinas naturales de Cataluña se han convertido en una de las escapadas preferidas de los amantes de la naturaleza. Ofrecen sombra en las épocas de altas temperaturas y en otoño la posibilidad de disfrutar de los diferentes colores de la naturaleza.
Las diferentes sierras, montes y bosques catalanes están repletas de estos “gorgs”, como se llaman en catalán, que cada vez son más famosos.
Son fáciles de acceder, a través de rutas sencillas y senderos entre bosques, que en ocasiones hace sortear ríos o cruzar puentes colgantes. La recompensa: encontrarse con unas aguas cristalinas en un medio de un bucólico paisaje.
El problema es que muchos de estos espacios ya se han hecho tan populares que empiezan a estar atestados de gente. Uno de los pocos que se salva es una zona cercana a Barcelona que ofrece varias piscinas naturales al precio de uno. Y eso, que es gratis.
Una piscina natural escondida
Estas desconocidas pozas se encuentran escondidas en los bosques y montañas Vallès Oriental. Los Gorgs del Turell son uno de los secretos mejor guardados de la zona y de la provincia de Barcelona.
Su nombre se debe al homónimo torrente que transcurre por este paraje natural. Un caudal que forma no una, sino varias piscinas naturales, rodeadas de vegetación mediterránea.
Cómo es la poza
El Gorg de Turell se caracteriza por sus aguas transparentes y por un entorno boscoso en el que predominan encinas, robles y alcornoques.
A diferencia de otros lugares de baño más conocidos y masificados, este rincón mantiene todavía un aire tranquilo, ideal para quienes desean desconectar del ritmo urbano. Pero también es perfecto para aquellos que quieran una escapada en familia o disfrutar de una excursión por la naturaleza.
Cómo es la ruta
El acceso se realiza a través de un sendero señalizado que comienza en el núcleo urbano de Bigues i Riells del Fai. A través de una ruta circular de unos cinco kilómetros y una duración aproximada de entre dos y tres horas, de este paisaje que “parece sacado de un cuento de hadas”, como dicen en redes sociales.
El camino combina tramos de pista forestal con senderos más estrechos que discurren paralelos al torrente. Todo sin grandes subidas, pero como el torrente está muy cerca, pueden haber tramos resbaladizos.
Así es el Gorg de Turell
Lo mejor de todo es la recompensa final: las vistas. Saltos de agua, vegetación abundante y el sonido del torrente y la vida animal del lugar.
Durante los meses más calurosos, también ofrecen un baño refrescante para sus visitantes. Sus aguas, frías y limpias, son un reclamo para muchos, aunque en otoño es una experiencia sólo apta para personas atrevidas.
Cuándo ir
Al ser un espacio abierto, se puede visitar en cualquier época del año. Cada estación ofrece una experiencia distinta.
En primavera, el aumento del caudal y el verdor del bosque crean un ambiente vibrante. El verano es la temporada más popular y cuando están más concurridos. Pero, en otoño, los tonos ocres y rojizos del bosque convierten la excursión en una experiencia fotográfica. Se puede ir en invierno, pero el frío es intenso.
Qué ver
Una escapada al Gorgs del Turell, también puede servir al excursionista viajero para conocer la zona. Ceca de allí está el Sant Miquel del Fai, conocido por su monasterio y su increíble casca.
También uno puede explorar otros senderos del lugar. Estas rutas permiten descubrir antiguas masías, huertos tradicionales y miradores desde los que contemplar el Vallès Oriental.
Cómo llegar
Estas piscinas naturales están cerca de Barcelona. En unos 40 minutos se llega. Basra con la C-33 o la C-59 hacia Caldes de Montbui y, desde allí, seguir la carretera BV-1485 hasta Bigues i Riells del Fai.
El viaje se alarga a una hora en coche si se parte de Girona. En este caso, es recomendable ir por la C-25 en dirección a Vic, enlazar con la C-17 hacia Granollers y continuar por la C-59 hasta Caldes de Montbui.
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