Barrios como el Clot y la Barceloneta han celebrado velas y desfiles mortuorios para dar la bienvenida a la cuaresma
Los ruedos y los disfraces ya son historia después de que durante la tarde de este miércoles se haya celebrado el tradicional entierro de la sardina, entre desfiles mortuorios y lágrimas de cocodrilo. Imágenes que se han podido ver en muchos barrios de la ciudad en este miércoles también conocido como de Ceniza.
En el caso de El Clot, por ejemplo, una rúa mortuoria encabezada por la Cuaresma y la Sardina ha recorrido las calles del barrio hasta la Meridiana. Un coche de caballos ha llevado el ataúd de la finada. La fiesta ha acabado con la quema al rey Carnaval y una sardinada popular.
En la Barceloneta, se han reunido mujeres vestidas de negro y los escolares del barrio para velar primero y despedirse tras la sardina como un reto al ayuno de carne que impone la cuaresma. Finalmente han enterrado la sardina en la playa.
Arranca la cuaresma, la mujer de las siete piernas
Los disfraces vuelven al armario y arranca la cuaresma, simbolizada por la figura de una mujer con siete piernas, una por cada una de las semanas que hay entre Miércoles de Ceniza y Domingo de Pascua. Los más pequeños son llamados a arrancar una de estas piernas cada semana.
Se trata de un periodo que tradicionalmente había sido de ayunos y contenciones, pero que también cuenta con dulces tan apreciados como los buñuelos.
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