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El Proyecto Girsu, una iniciativa dirigida por el Museo Británico y que cuenta con la colaboración de la Junta Estatal de Antigüedades y Patrimonio de Irak, ha sacado a la luz en la antigua ciudad sumeria de Girsu un templo dedicado al dios Ninurta y un palacio. Esta colaboración permitirá a las autoridades poder hacer frente a la destrucción que ha provocado en su valioso patrimonio la guerra y el vandalismo.
La sumeria es una de las civilizaciones más antiguas del mundo, y a este pueblo debemos la construcción de las primeras ciudades, la creación de los primeros códigos legales y también una de las formas más antiguas de escritura. El territorio de la antigua Sumeria estaba formado por numerosas ciudades-estado que luchaban entre sí por la supremacía. Una de estas ciudades fue Girsu, ocupada desde el período Dinástico Temprano (2900 a.C.-2335 a.C.). Girsu fue la capital del reino de Lagash y un importante centro administrativo durante el período conocido como Ur III (2112 a.C.-2004 a.C.).
Girsu (la actual Tello) fue descubierta durante las exploraciones que llevó a cabo en la década de 1880 Ernest de Sarzec. Durante estas primeras excavaciones, el arqueólogo francés descubrió la famosa Estela de los Buitres, el monumento de guerra más antiguo conocido, datado en el Dinástico Temprano III b (2600 a.C.-2350 a.C.), que conmemora la victoria del rey Eannatum de Lagash sobre Ush, rey de la ciudad rival de Umma.
Redescubriendo Girsu
Las excavaciones en Tello, al sur de Irak, se han prolongado en el tiempo, y recientemente un equipo de arqueólogos ha realizado importantes hallazgos en el yacimiento: los restos de un palacio de los antiguos gobernantes de Girsu y, lo que es más importante, el templo principal de la ciudad, dedicado al gran dios sumerio Ningirsu (el señor de Girsu), también llamado Ninurta. Estos descubrimientos son el resultado de las excavaciones llevadas a cabo por un equipo de arqueólogos del Proyecto Girsu, dirigido por el Museo Británico en colaboración con la Junta Estatal de Antigüedades y Patrimonio (SBAH) de Irak.
Un equipo de arqueólogos ha descubierto los restos de un palacio de los antiguos reyes de Girsu.
Fue durante la campaña de excavaciones llevada a cabo en el año 2022 cuando los arqueólogos descubrieron los restos de un vasto complejo, desconocido hasta entonces, en un área conocida como "Tablet Hill" que había resultado dañada por las excavaciones indiscriminadas realizadas allí durante el siglo XIX, así como por los diversos conflictos que tuvieron lugar durante el siglo XX. Los arqueólogos del Museo Británico informaron de que en otoño se identificaron los muros de adobe del palacio y se localizaron unas 200 tablillas con escritura cuneiforme, además de los registros administrativos de la antigua ciudad de Girsu.
Comprender una antigua civilización
Otro importantes descubrimiento realizado durante la última campaña de excavaciones fue, como se ha apuntado, el santuario principal del gran dios sumerio Ningirsu, de quien la ciudad tomó su nombre. El templo, llamado Eninnu (que significa Pájaro Blanco del Trueno) ha sido localizado en un recinto sagrado conocido como Urukug, y fue considerado por los antiguos habitantes de Girsu como uno de los santuarios más importantes de Mesopotamia.
Otro de los descubrimientos más importantes de la temporada de excavaciones fue el santuario principal de Ningirsu.
"Si bien nuestro conocimiento del mundo sumerio sigue siendo limitado hoy en día, el trabajo en Girsu y el descubrimiento del palacio y el templo perdidos tienen un enorme potencial para nuestra comprensión de esta importante civilización. Además, estos hallazgos contribuyen a arrojar nueva luz sobre el pasado y son muy importantes para el futuro conocimiento de esta antigua cultura", ha declarado sobre los brillantes resultados de la campaña arqueológica el director del Museo Británico, Hartwig Fischer.
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