miércoles, 10 de mayo de 2023

Canal Historia Guerras y Reinos : El dinero y la guerra. La antigüedad.

Adrian Silva






Como financiero y estudioso de la historia, unir estos dos universos fue una tarea muy atractiva. No sabes cuántos años tardé para investigar y redactar la historia del dinero de una forma más o menos completa y sintetizada. Tal vez me había faltado tener el objetivo real de llevar a cabo este proyecto. Pero, al fin lo logré y no quiero que nos pase desapercibido y ahora se los comparto, unos tres años después de que lo escribí. ¡Sorpresa! De entrada, les digo que la relación entre el dinero y la guerra ha sido de interdependencia, pues han ido de la mano en muchas ocasiones a través de la historia.  

El dinero ha jugado un rol importante para la civilización humana y ha sido el alimento para el desarrollo del arte militar. Yo albergo la teoría de que la mayor parte de los conflictos militares surgen de la competencia por la posesión o ampliación de los recursos. También considero que en una menor medida son por causas políticas.

Los recursos a través de la historia

En síntesis, la historia de gran parte de las guerras se ha originado por cuestiones comerciales o por las ambiciones de expansión territorial. Desde la antigüedad ha sido una lucha constante por los factores de producción: tierra, trabajo o capital. Desde luego, es necesario el capital, dinero, en todas sus concepciones a través de la historia, para llevar a cabo tales empresas. Como es lógico, de cada conflicto se esperaban ganancias, lo mismo que un negocio, pero a una escala suprema, letal y sangrienta. 

Piedras con forma de concha usadas en Uruk como unidades de cuenta.

La forma de financiar las guerras ha variado a través del tiempo. En la Edad de Piedra los hombres solo llevaban alimentos para subsistir, considerando que sus conflictos se desarrollaban en pequeñas zonas. En Roma y Grecia se dotaba a los soldados de alimentos, pero también se les pagaba con monedas acuñadas, a cambio de sus servicios. Durante la época imperial de Roma había legiones que se hacían acompañar de sus cecas para elaborar monedas.

En la Edad Media los soldados se pagaban en especie o moneda, según sea la región y el año. También existía la promesa del pago con tierras y las ganancias por los rescates de los capturados en combate. En la Edad Moderna encontramos un pleno uso de la moneda para el pago de los ejércitos, muchos de los cuales eran mercenarios. En la Edad Contemporánea ya hablamos de ejércitos nacionales pagados y dotados con los recursos del Estado a través de monedas y billetes.

El saqueo de la población y el territorio en donde se desarrolla la guerra se ha considerado como una forma de enriquecimiento adicional. A través de su historia podemos observar que el sistema de aprovisionamiento ha seguido los mismos principios hasta la actualidad. 

Concepto de divisa y moneda

Cabe mencionar que el dinero o divisa y la moneda, no son lo mismo, aunque lo parezca. El primero es cualquier objeto al que una sociedad le de valor para intercambiarlo y cuyo objeto es el pago de bienes, servicios. La moneda, en cambio, es un objeto en forma de disco compuesta de una materia resistente, generalmente metal acuñado. Esta contiene los símbolos distintivos de la autoridad que lo emite. ¿Pueden ser sinónimos? Sí. La moneda es considerada como una divisa, como en su momento lo fue el chocolate para los mayas. En la antigüedad, durante el trueque, las materias primas eran consideradas divisas sin que estas fueran monedas. ¿Me expliqué?

La Prehistoria

El creciente fértil. De Map of fertile cresent.svg: Nafsadhobra derivada Rowanwindwhistler (discusión) – Este archivo deriva de: Map of fertile cresent.svg, CC BY-SA 3.0,

Ahora si vayamos a su historia. Antes de la aparición del dinero las sociedades eran autosuficientes y compartían todos los recursos que obtenían. La carne de los animales que cazaban, los frutos recolectados, los pescados sacados del río, etc. A eso lo llamamos comunismo primitivo. Cuando una tribu se encontraba con otra explotando los productos en alguna área, la disputa era un hecho.  A pesar de que no había una concepción de pertenencia territorial fija, pues eran nómadas, si existía la defensa del territorio en donde estaban.

La distancia entre las tribus no era grande, a pesar de tener todo el planeta para un puñado de habitantes. Las guerras de aquellos tiempos se suscitaban sin planeación y como un encuentro casual entre dos grupos humanos. La batalla se deba en el momento en un estrecho margen de terreno por lo que no necesitaban provisiones. De forma habitual la tribu derrotada se iba a buscar otro lugar para sacarle provecho. Es probable que no hubiera muertos o fueran pocos. El ganador se quedaba con la porción territorial por la que peleó y que en unos meses abandonaría.

El truque

Con la aparición del sedentarismo la humanidad vivió un incremento de la producción y esto trajo como consecuencia la multiplicación de la población. Con ese aumento las sociedades se volvieron complejas y apareció la división del trabajo. Unas personas se dedicaban al cultivo, otras al cuidado del ganado y otras hacían las herramientas y enseres domésticos. Una de las características de este fenómeno fue que las personas especializadas en alguna actividad no eran autosuficientes. Necesitaron de los productos de los demás para satisfacer sus necesidades y de esta forma apareció el primer tipo del dinero, el truque.

El truque consistía en el intercambio de los productos excedentes de las personas por otro que se percibiera de igual o mayor valor. En este periodo las aldeas estaban asentadas en los márgenes de los ríos y las tierras ricas y productivas fueron valoradas y ambicionadas al crecer la población. Las luchas entre los pequeños pueblos por estas zonas se volvieron frecuentes y las distancias entre ellas podrían ser de hasta un día. Dado lo que tenían que recorrer, los hombres que luchaban se aprovisionaban con pan, agua o cerveza e iban con sus armas para combatir.

El Esclavismo

Las luchas produjeron los primeros cautivos que fueron usados como factores de producción. Apareció de esta forma el esclavismo. El crecimiento de las aldeas y el contacto entre ellas dieron paso a la diplomacia y al comercio. Ya podemos hablar de mayores volúmenes de intercambio de los bienes que cada población producía. Esta aparición del comercio a mayor escala hizo más difícil el intercambio de materias primas a través del truque entre todos los productos. Por esta razón se comenzaron a utilizar algunos bienes específicos para facilitar los intercambios, el llamado dinero mercancía.

Algunos ejemplos del dinero mercancía son los granos, el cacao, la sal, el oro, la plata, el cobre, las conchas, la seda, la cebada, etc. Conforme las sociedades se volvieron más avanzadas utilizaron también otro tipo de bienes para el intercambio. De esta suerte las herramientas para producir adquirieron un significado relevante en las sociedades agrícolas. Es por ello que se comenzaron a intercambiar herramientas como cuchillos, navajas y hachas, entre otros.

El dinero en La Edad de los Metales

La humanidad continuó evolucionando y se hizo más compleja, por lo que se dio preferencia a los metales para efectuar el intercambio. Estos eran la materia prima necesaria para la fabricación de las herramientas y armas. Entre sus ventajas estaban la estabilidad de su precio; su alto valor en relación con su volumen y la disponibilidad en cantidades suficientes. Cabe mencionar que era divisible, almacenable y fácil de transportar y que no era un bien perecedero. La utilización de los metales tiene su origen en Mesopotamia y Egipto en torno al 2500 a.C. La forma de circulación era a través de pepitas, lingotes, telas, polvo, etc. y se valoraban por su peso.   

La dificultad para el manejo de los metales en bruto por su peso o pureza obligo a las sociedades a buscar formas de garantizar su valor. De esta suerte nacen las primeras monedas. Desde el 1100 a.C. circulaban en China miniaturas de cuchillos, hachas, navajas y otras herramientas que sustituyeron a las reales para el intercambio.

El origen de la moneda

Moneda de Lidia. S. VI. De Classical Numismatic Group, Inc.

¿Recuerdas la diferencia entre dinero y moneda? Vamos a usarlo. Las primeras monedas como las conocemos tienen su origen en el antiguo reino de Lidia, en Anatolia, alrededor del siglo VI a.C. El rey Ardis ordenó que los metales fueran troceados o fundidos en forma de discos pequeños y se les pusiera el símbolo de un León.  

Hasta ese momento los soldados de los ejércitos vivían de los víveres que llevaban a la guerra. También de los recursos que tuvieran los lugares que ocupaban y del intercambio que realizaran con los comerciantes. A partir de la creación de las primeras monedas se les empezó a pagar con el cobre acuñado. Desde luego, los bienes saqueados en los territorios invadidos formaban parte de su botín. 

Tras la conquista de Lidia por Darío de Persia, este soberano adoptó la acuñación al reconocer su utilidad y emitió sus propias monedas.  Las ciudades comerciales griegas y fenicias lo imitaron, dado la facilidad de su uso para las transacciones. El contacto entre los pueblos decantó en la expansión de la acuñación de moneda a través del mundo conocido. No solo los gobernantes la emitían, también los aristócratas, las ciudades y las instituciones se encargaron de su emisión. De esta forma certificaban la autenticidad del valor del metal mediante su sello distintivo. 

La moneda en Atenas

Uno de los ejemplos del uso de la moneda nos lo da Atenas en su calidad de ciudad minera. La abundancia de metales en las minas de Laurión hizo que la ciudad se enriqueciera. De esta forma hubo un excedente de capital para muchas familias, las cuales financiaron al comercio. Esta actividad constituyó la mayor ocupación de la población. Se importaron cereales, frutos, lino, especias y esclavos a la ciudad. A cambio, la ciudad exportaba vino, aceite de olivo, cerámica, plata y plomo. 

La pregunta que nos haremos es ¿cómo funcionaba el sistema monetario en Atenas? Los concesionarios mineros pagaban una renta por el uso de la mina a las autoridades de la ciudad. Una vez extraído el metal y fundido, se separaba entre el que se iba a acuñar y el destinado a los orfebres y joyeros. Según Alain Bresson, el 83% de la plata se acuñaba en la ceca establecida en Laurión. Una vez acuñado, el minero pagaba los costos de producción. Estos eran el arrendamiento de esclavos, las rentas de los terrenos y los materiales utilizados en el proceso de extracción. Con el excedente se financiaban empresas o se hacían préstamos a los comerciantes a cambio de una tasa de interés. Esta rondaba ente el 12% y 15%.

La circulación monetaria en Atenas

Esta era la forma en la que el dinero se ponía en circulación por parte de los particulares. Ya podrás deducir que la emisión de moneda en Atenas no fue una política económica del Estado. El cobro de los impuestos se hacía en moneda y el gobierno de Atenas lo ponía en el mercado para pagar sus gastos. Estos podían ser el pago de servicios, la financiación de obras, el pago de salarios o la construcción de armadas y ejércitos. 

Las dracmas atenienses tenían una composición muy estable, por lo que su uso se extendió por todo el Mediterráneo. Se convirtió gracias a esa propiedad en la primera moneda de referencia en el mundo. El resto de las ciudades griegas también acuñaron su propia moneda. La usaban principalmente para el pago de los soldados cuando estaban en campaña. 

Los enormes recursos de Atenas provenientes del comercio y de la minería hicieron que la ciudad se convirtiera en la ciudad hegemónica del mediterráneo. A pesar de su destrucción en manos del poderoso ejército de Jerjes, pudo hacer frente con éxito a la armada persa en la batalla de Salamina. Derrotados los aqueménidas, Atenas y las demás ciudades marítimas del Egeo crearon la liga de Delos en el 477 a.C. para defenderse de futuras invasiones.

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