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Lugares perfectos para los viajeros que buscan el encanto de la singularidad.
España oculta en su territorio lugares peculiares que, en muchas ocasiones, permanecen ocultos ante nuestros ojos. Espacios donde la imaginación echa a volar en lugares muy reales, pero que podrían parecer imposibles. Recorremos esos pequeños pueblos, localidades y ciudades que no son lo que parecen y que aguardan entre sus fronteras algunos de los lugares más especiales de todo el planeta.
Júzcar, Málaga
Málaga acoge en su territorio algunos de los pueblos más bonitos de España, poblaciones al borde del acantilado o con patrimonios de la humanidad, pero hay uno muy especial que se diferencia de los demás. Júzcar es una pequeña población pintada completamente de azul y es que, aunque parezca increíble, este pueblo fue la imagen de los pitufos en España.
Escondido entre castaños la productora de los pitufos decidió pintar todas las casas del pueblo para una campaña publicitaria y con el paso de los años los vecinos decidieron conservar ese característico color. Aunque hace mucho que estos pequeños seres se marcharon del pueblo, aún se conservan algunas esculturas y pinturas.
Trasmoz, Zaragoza
Los misterios envuelven muchos pueblos, pero Trasmoz tiene el honor de poder decir que es el único pueblo maldito de España. Las leyendas y crónicas locales cuentan como hace siete siglos este pequeño pueblo aragonés entraba en conflicto con la Iglesia Católica, quienes descomulgaban a todos los vecinos y les condenaban a una vida de infierno.
Aunque la historia es muy jugosa, lo cierto es que los vecinos han seguido realizando prácticas religiosas sin ningún problema y es que para anular la maldición tendría que venir el Papa en persona.
Llocnou de la Corona, Valencia
Viajamos hasta Llocnou de la Corona, un pueblo de la provincia de Valencia que tiene como característica ser el pueblo más pequeño de España y no en habitantes sino en tamaño. Se fundó entorno al año 1676 y sus 0,0128 kilómetros cuadrados le otorgaron este curioso premio que le arrebató al Emperador, otro pueblo valenciano.
Su origen se remonta a una antigua residencia religiosa filial al convento de la Corona de Jesús de Recoletos de San Francisco y en la actualidad solo cuenta con una farmacia y una iglesia, por lo que podremos recorrerlo en muy poco tiempo.
Montoro, Córdoba
Salimos de la costa mediterránea para desplazarnos con un abanico y una buena botella de agua fría hasta Montoro, un precioso pueblo cordobés que en agosto alcanza los 47,4 ºC, convirtiéndose así en el pueblo más caluroso de España. Situado en el Parque Natural de la Sierra Cardeña - Montoro y con un patrimonio histórico y cultural impresionante.
A orillas del Guadalquivir encontramos este pintoresco pueblo donde podremos caminar por su casco histórico admirando su impresionante arquitectura. A lo largo del día iremos viendo las iglesias y ermitas que decoran esta localidad, pero también impresionantes palacios como el Ducal de Alba, la Casa de las Conchas o la casa de los Palcos.
Molina de Aragón, Guadalajara
Del pueblo más caluroso de España viajamos hasta el más frio y es que Molina de Aragón alcanzó en 1952 la friolera de -28,2 ºC, además, durante los meses de invierno tienen una temperatura media de – 3,5 ºC. Este pueblo castellano tiene una historia muy interesante y es que, aparte de ser el pueblo más frio de España, también fue una parada en el viaje que hizo el Cid Campeador de camino a Valencia.
Cualquier época del año es buena para visitar este pueblo castellano y es que durante el invierno la nieve cubre sus calles y la estampa que queda es impresionante. Durante el resto del año los colores tiñen de un color especial el castillo – alcázar, el puente viejo o las mismas callejuelas por las que pasearemos admirando su belleza.
Porís de Candelaria, La Palma
Volamos hasta las Islas Canarias para conocer uno de los pueblos más curioso de España y es que en la conocida como "Isla Bonita" encontraremos Porís de Candelaria, una preciosa población asentada en una cueva con salida directa al mar. Recorremos los secretos senderos que nos llevarán a descubrir este misterioso lugar.
Podemos llegar en coche, andando o en barco, pero al ir caminando disfrutaremos muchísimo más de la bonita recompensa que nos espera al final. Aunque, da igual como lleguemos, lo importante es disfrutar de este pequeño pueblo dándonos un baño en sus aguas turquesas y admirando la negra piedra sobre la que se sostiene.
Romangordo, Cáceres
Este pueblo a primera vista podría no destacar demasiado, pero al adentrarnos en él descubriremos el secreto que le convierte un precioso lugar oculto para muchos. En Romangordo hay un centenar de pinturas que decoran las calles, murales profesionales que dejan anonadado a todos los viajeros que llegan hasta aquí.
Las pinturas de este pueblo cacereño, situado muy cerca del Parque Nacional de Monfragüe, van desde los típicos animales que viven en el pueblo hasta murales hiperrealistas de sus gentes. También usa frases de escritores importantes y de artistas locales o muestra las profesiones rurales más clásicas.
Olite, Navarra
Caminando por las calles de Olite nos sentiremos como verdaderos personajes de un cuento de hadas y es que este precioso pueblo navarro posee un impresionante castillo que ha servido de inspiración para decenas de historias y leyendas locales.
Visitar el casco histórico se vuelve una necesidad tras salir del Palacio Real de los Reyes de Navarra, uno de los lugares más mágicos de Navarra. También visitaremos la Plaza de Carlos III y es que desde aquí podremos conocer gran parte de conjunto monumental como son las galerías medievales, la Torre del Chapitel (una de las entradas al recinto Romano) y el Ayuntamiento.
Setenil de las Bodegas, Cádiz
Enclavado bajo la montaña encontramos Setenil de las Bodegas, un pueblo que ha sabido adaptarse a las circunstancias y que de las dificultades surgió este bello lugar. Dentro de la roca encontraremos lugares que nos dejarán con la boca abierta.
Podremos caminar por las callejuelas bajo el abrigo de la roca, calles como las Cuevas de Sol y Cuevas de Sombra se han convertido en verdaderos iconos de este precioso pueblo. Verlo desde dentro es impresionante, pero desde fuera también asombra y es que desde los miradores de Lizón, el Carmen o Evelyn nos maravillaremos con Setenil.
Llívia, Girona
Llegamos al último destino curioso y es que para llegar hasta este pueblo español tenemos que salir del país y pisar a nuestra vecina Francia, esto se debe a que Llívia está rodeado completamente por territorio francés. Dentro de Girona encontramos este curioso caso de un pueblo y que tiene una historia muy interesante.
Desde los romanos hasta una de las farmacias más antiguas de Europa, además, de ser un lugar en que se habla catalán, español y francés de forma fluida. Un enclave único y especial situado muy cerca de los pirineos donde podremos visitar el Forum de Iulia Líbica y la Iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles.
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