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No hay marco más ideal para dar largos paseos que la ciudad nazarí
Caminar es bueno para la salud. Pero hacerlo, además, con vistas privilegiadas, es bueno para la felicidad. No hay mejor marco para emprender largos paseos que el que proporciona la ciudad de Granada, con el horizonte ocupado por el perfil moruno del Albayzín o la indiscutible magia de la Alhambra.
Te mostramos siete rutas para devorar la capital nazarí, a pie y a paso lento, para no perderte ni un solo detalle de la belleza que se encuentra a lo largo del camino. La Catedral y la Capilla Real, el nostálgico Paseo de los Tristes, la esencia gitana del Sacromonte… Los clásicos de siempre, sí, pero también los diferentes barrios y los parques de los alrededores. Sólo hace falta calzado cómodo y ganas de pasear:
1. El Albayzín
Podríamos llamarla, tal vez, la Ruta de San Nicolás, que es (todos lo saben) el mirador con las vistas más impresionantes de toda Granada. En cualquier caso, es uno de los trayectos más típicos, el que discurre por el Albaicín, Patrimonio Mundial de la Unesco. Este barrio, que se extiende desde la parte más alta del cerro de San Miguel hasta la calle Elvira, ha sido hogar de íberos, griegos, romanos y visigodos, aunque la mayor huella la dejaron los árabes con sus decenas de mezquitas y el trazado típico musulmán de laberínticas calles estrechas y callejones sin salida. La ruta abarcaría unos dos kilómetros circulares para abordar sus rincones más populares.
2. Sacromonte
Es imprescindible en todo recorrido que se precie. Porque este arrabal de la ciudad musulmana, hoy exponente de la esencia gitana, es la cuna del flamenco granadino. Una ciudad dentro de ciudad donde las laderas están socavadas por grutas donde se cuece el mejor arte jondo y donde el sol rebota en la blancura de las casas. Abordar a pie este maravilloso barrio requiere realizar una ruta de unos seis kilómetros en lo que era el antiguo camino a Guadix. Y aunque cuenta con fuertes pendientes, el último tramo se extiende por la naturaleza.
3. La zona centro
Es éste el paseo que discurre por la Granada del siglo XX, por la riqueza arquitectónica de sus grandes avenidas. Esta ruta, de menos de dos kilómetros, atraviesa el eje central de la ciudad nazarí siguiendo las avenidas de Gran Vía y Constitución. Aquí encontrarás los monumentos históricos más significativos de la ciudad. Un corto paseo pero con paradas tan deslumbrantes como la Catedral, la Madraza o el Corral del Carbón, el Sagrario o la Capilla Real. También la Plaza Bib-rambla, el Zacatín, la Alcaicería o la Placeta de la Seda son lugares llenos de historia.
4. El Realejo
Se trata de una ruta circular para hacer tranquilamente a pie por uno de los barrios más castizos y populares. El que fuera la antigua judería de Granada está asentado en las faldas de la colina de la Alhambra y consta de varias arterias principales. Una de ellas es la calle Pavaneras, que va cambiando de nombre según avanza convirtiéndose en la plaza de los Tiros, la calle Santa Escolástica, la plaza de Fortuny y, por fin, plaza del Realejo. En este recorrido de más de dos kilómetros no sólo hallarás (como en todos) buenos bares de tapas sino también los coloridos murales del artista de graffitti conocido como El Niño de las Pinturas.
5. Fuente del Avellano
Menos conocida que el resto es esta ruta a la que da nombre la fuente homónima que se encuentra en el Valle del Valparaiso, situado frente al Sacromonte, y que según algunos investigadores era la famosa fuente de las lágrimas de los poetas árabes, cuyo naciente brota en la ladera de la Silla del Moro. Por todo ello este itinerario supone un paseo literario y poético por la margen izquierda del río Darro, con vistas a las cuevas. Comienza en el centro de la ciudad y culmina más allá de la ladera de la Colina a lo largo de un kilómetro y medio.
6. Ruta de Boabdil
Ya saliéndonos de la ciudad, tenemos este otro itinerario que sigue los pasos finales del último rey árabe, cuando entrega las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos y llora por la pérdida de semejante belleza (y cuando su madre, la sultana Aixa, le suelta la famosa frase: “no llores como mujer lo que no supiste defender como hombre”). Son casi cuatro kilómetros que cuentan con un tramo sencillo en el centro urbano y con otro fuera y de pendiente pronunciada.
7. La Vega de Granada
Ahora ya sí, fuera del todo de Granada, esta ruta tiene connotaciones de Lorca, que pasó en estos parajes los veranos de su infancia. Es, además, un recorrido sencillo por el espacio agrícola y ganadero que provee de alimentos a la ciudad. Huertas, marjales, acequias, secaderos de tabaco y casas elegantes se suceden en a lo largo de casi cinco kilómetros de gran interés natural.
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