Canal Viajar : Cultura y naturaleza en una isla llena de lugares secretos

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Explora el sorprendente lado desconocido de Tenerife y sus tradiciones

Entre paisajes volcánicos, bosques mágicos y playas salvajes, existen lugares recónditos todavía sin descubrir. Algunos rodeados de leyendas, y otros llenos de cultura canaria. Porque Tenerife, además de su clima y de su amplia variedad de opciones de disfrutar del mar, esconde sorprendentes parajes con historias inimaginables.

Pueblos con tradición canaria

El Parque Rural de Anaga, un espacio natural sorprendente, está salpicado de caseríos que cuentan con un preciado patrimonio arquitectónico y artístico. Uno de ellos es Taganana, un pueblo con fuerte cultura aborigen. Se puede llegar hasta él atravesando un frondoso bosque de Laurisilva de una naturaleza prehistórica sinigual. Caminar por sus senderos, llenos de especies vegetales autóctonas y formaciones geológicas, es lo más similar a encontrarse en un cuento de hadas.

Ahora bien, para aquellos que busquen un entorno rural y de desconexión, la isla brinda infinitas posibilidades. Desde un paseo por las coquetas calles de Garachico, Icod de los Vinos o La Orotava en el norte, a las de Arico Nuevo, Guía de Isora o Adeje, en el sur. En esta misma zona de la isla, el municipio de Vilaflor invita a la introspección y al relax en sus encantadoras calles. El pueblo posee dos árboles muy especiales, uno es el llamado Pino Gordo, con un tronco de nueve metros de diámetro, y el otro, Pino de las dos Pernadas, con 56 metros de altura.

Y para vivir una experiencia gastronómica auténtica, toda la isla ofrece restaurantes donde probar el producto local. Por ejemplo, San Miguel de Tajao, ideal para degustar manjares de mar. Viejas, morenas, chernes, alfonsiños, lapas, son algunas de las exquisiteces que se pueden regar con el famoso vino blanco tinerfeño.

Rincones singulares

Entre las variadas opciones de Tenerife para actividades originales se encuentra el Parque Etnográfico Pirámides de Güímar, con sus misteriosas pirámides escalonadas, con teorías que las relacionan con civilizaciones antiguas, las distintas salas de exposiciones y exhibiciones que alberga, varios jardines, uno de ellos con más de 70 especies de plantas venenosas. Una visita muy recomendable, que se suma a los lugares anteriores, es el Malpaís de Güímar, con su asombroso paisaje volcánico conquistado por especies vegetales como los cardones y tabaibas. O Punta de Teno, en el extremo noroeste de la isla, donde un majestuoso faro y las vistas a los Acantilados de Los Gigantes quitan, literalmente, el hipo.

Otra parada obligatoria es la Reserva Natural Especial Barranco del Infierno, un espacio protegido con un recorrido de 6 km, asequible para casi todos los públicos a partir de 5 años. La ruta cruza altas paredes de origen volcánico y el final del sendero termina con un salto de agua de 200 metros.

Y al noroeste de la isla, se asienta el caserío de la Masca, un conjunto histórico que ha sido declarado Lugar de Interés Etnográfico e Histórico. Situado en el Parque Rural de Teno, se compone de construcciones tradicionales hechas de piedra volcánica, madera y barro. Lo sobrecogedor del lugar es la naturaleza que le rodea, con laderas y barrancos, como el de Masca, en el que se localiza una de las rutas de senderismo más asombrosas y exigentes de la isla.

La costa volcánica, no solo se compone de playas de arena negra y dorada. También existen unos charcos de aguas cristalinas que destacan por su belleza y por ser parte de la identidad tinerfeña. En Juan de la Rambla se encuentra uno muy especial, el Charco de La Laja.

Museos insulares

Los museos tinerfeños son una buena forma de conocer la tradición canaria. La mayoría están en edificios emblemáticos, como el Museo de Naturaleza y Arqueología (Santa Cruz), con su exposición de momias guanches de Canarias y su vibrante agenda de ferias y exposiciones. Por su parte, el Museo de Historia y Antropología de La Casa Lercaro (La Laguna) repasa la historia de Tenerife y relata las antiguas costumbres, la conquista de las islas y el asedio de los piratas. Como ves, Tenerife no es solo playas y sol. Tiene lugares asombrosos llenos de folclore, cultura y naturaleza.