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Se acerca el verano, y es el mejor momento para conocer algunos de los chiringuitos alternativos de la ciudad, con comida normal y precios asequibles, pero siempre a pie de playa.
Barcelona ha perdido el espíritu del chiringuito. Aquella institución tan castiza del bar a pie de playa donde refrescarse y tomar una tapa marinera tras un «duro» día bajo el sol y contra las olas ha dado lugar a casetas donde hay más humus que paellas, y donde los precios buscan antes al turista que al barcelonés. Los «tingladus» que una vez ocuparon el litoral barcelonés ya hace rato que desaparecieron, y la tarea de tomar una caña asequible y un plato bien preparado cerca del mar a veces se antoja hercúlea.
Por eso traemos este listado, donde presentamos algunos de los mejores chiringuitos alternativos de la ciudad. Algunos son chiringuitos propiamente, pero otros son bares o restaurantes. Algunos están sobre la arena de la playa, y otros algo más alejados, pero siempre con vistas al mar. Pero todos tienen en común una oferta pensada para el público local y unos precios acorde a lo que ofrecen. En definitiva, todos son unas rara avis de la playa barcelonesa que nos permitirán, por fin, recuperar la bella tradición del chiringuito.
Camping Mar, mirando al otro lado.
El recorrido empieza debajo del Hotel Vela, en un chiringuito que, oh sorpresa, da la espalda a la playa. Ya hemos dicho que este recorrido es alternativo. Camping Mar es un restaurante del Grupo Tragaluz situado bajo la plataforma donde se asienta el hotel Wela y que mira hacia el rompeolas reinaugurado recientemente.
Con vistas al puerto y especializado en pescados y arroces, este restaurante la carta se puede resumir en un menú fijo de 29 euros, con opciones marineras para elegir de primero y arroces comme il faut de segundos, demostrando que el placer de comerse una paella a orillas del agua es todavía posible en Barcelona.
Marina Vela, Passeig de Joan de Borbó, 103.
Bar Club Atlètic Natació Barceloneta, la reliquia
Por no tener, no tiene ni web. El bar del Cub Atlètic Natació Barceloneta es eso, el bar de un club. Estratégicamente escondido detrás de un chiringuito rimbombante de los que no aparecen en esta lista, el bar del club mantiene la esencia del mismo club: oferta sencilla para clientes de toda la vida, que no tienen los pies en la playa pero sí en el suelo, y que pueden disfrutar de una caña sencilla al fresco del mar, delante de un club centenario. Oferta gastronómica normal para una localización privilegiada.
Plaça del Mar, s/n.
Guingueta proa a la mar, secretos en la segunda fila.
De la Guingueta Proa a la mar ya hablamos en otro artículo, porque por algo es uno de los bares con mejores vistas de la ciudad. Escondida en segunda línea de mar, frente al Hospital del Mar, su situación, justo al cruzar el asfalto del Paseo Marítimo, la deja al resguardo del bullicio y las aglomeraciones: aquí siempre se encuentra lugar.
Desde sus sillas de aluminio de toda la vida se admira el mar, precioso, haciendo que la birra sepa todavía mejor. El bar, es un proyecto de economía social y solidaria que busca fortalecer el tejido local. Para hacerlo, aparte de una buena terraza, bocatas creativos y tapas con cuidado que, por suerte, aún pasan desapercibidos escondidos como están tras la primera línea de mar.
Plaça Charles Darwin S/N.
Ca la Nuri Xiroi, el imperio playero del arroz
Ca la Nuri es de las franquicias que da gusto tener. La saga de la Nuri empieza hace medio siglo, cuando en 1962 Nuria, con 24 años, habría el bar Nuria, en el Poblenou. Creciendo poco a poco hasta la actualidad fueron abriendo primero un Ca la Nuri en el Eixample, luego otro a pie de playa en el Paseo de la Barceloneta y finalmente este, el Xiroi, sobre el paseo marítimo de la Vila Olímpica. Su comida se mantiene a la altura de su tradición y su oferta guarda un gran secreto: cada mediodía un menú de 20 euros permite probar las delicias marineras y los arroces como un rey con vistas al mar Mediteráneo.
Passeig Marítim de la Nova Icària, 38.
Bar la Marbella, otro bar de club
Desde la Barceloneta, hasta la Marbella, otro club deportivo de los que da gusto tener. El Bar la Marbella es eso, el bar del polideportivo la Marbella. Su terraza no tiene música lounge ni otros alardes, pero en su carta hay pinchos de tortilla por menos de tres euros, vermut casero y bocatas que como antes, puedes pedir por mitades. Siempre con la mirada puesta en el mar desde la posición elevada de la terraza, y con la pregunta en la cabeza de cómo puede ser que esto se mantenga así.
Ronda Litoral, 86-96.
Bus terraza, ¿es un bus, un bar, una fiesta?
Probablemente el concepto bus-truck ya esté inventado desde hace rato en algún país anglosajón, pero en Barcelona esto no existía hasta que apareció el Bus Terraza. A medio camino entre el Paseo Marítimo y el parque del Fórum, este bus bar anima las tardes de fin de semana de la zona, convirtiéndose en un chiringuito urbano que se ha hecho un buen hueco en los planes de la ciudad. Un autobús londinense rojo de dos pisos, terraza con mesas de madera y su buena comida y su buena bebida, incluso paellas con funk los sábados. En definitiva, un chiringuito fuera de la norma para los que hayan llegado hasta el Fòrum.
Av. del Litoral, 488, 08019.
La Base By Farré
La Base By Farré, aunque esté a primera línea de playa, se encuentra escondido tras la Base Nàutica Municipal en la Platja de la Mar Bella por lo que suele ser un rincón un poco más alejado de los turistas.
En él encontraremos el típico y tradicional menú de chiringuito: mejillones al vapor, «moralla» de la playa o chipirones a la andaluza, que podremos acompañar con una cerveza bien fresquita, un vino o, incluso, si queremos llevar la experiencia hasta su límite, una sangría.
Base Nautica Municipal, Platja de la Mar Bella
Bonus track: Lahore, comida paquistaní sobre el agua
El bonus de esta lista es una rareza. Nadie relacionaría un restaurante de comida paquistaní e india con una lista de chiringuitos, pero el premio siempre es para los pacientes. Solo los que hayan llegado al final de esta lista, o los que hayan caminado hasta el final de Barcelona sabrán que ahí, en el Moll del Fòrum, ahí donde se acaba el parque del Fòrum y con el la costa barcelonesa, ha abierto un restaurante con un menú de mediodía a precio de menú de batalla. Por 13 euros hay chicken tikka massala o tandoori, con sus pakoras de entrante, sus salsas refrescantes de yogur o lassis caseros. Por supuesto, aquí también hay arroces, pero de otro tipo.
La presencia en este lugar apartado de clientes mayoritariamente del país de origen del restaurante confirman la calidad de la propuesta, certificando así que nos encontramos ante el chiringuito más picante, especiado y alternativo de la ciudad.
Port Fòrum, Moll de la Rda., 12-14.
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