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Estos son algunos de los rincones costeros de la Comunidad Valenciana que permiten alejarse de las masificaciones
Uno de los planes más demandados en el periodo vacacional es sin duda la playa. Pasar un domingo, un martes o un jueves soleado frente al mar, dejarse llevar por el sonido de las olas al romper en la orilla, y disfrutar de la calma de la costa con un buen libro es algo con lo que todo el mundo sueña cuando llegan las vacaciones.
Si bien la Comunidad Valenciana puede presumir de contar con una gran cantidad de lugares de playa en los que darse un chapuzón, muchos son los que prefieren tener ese remanso de paz alejado de las grandes playas masificadas de gente, con el sonido de las palas de fondo, el ruido ensordecedor de los gritos de la gente y las conversaciones de los vecinos de toalla que se solapan entre sí.
Más allá de las playas de La Malvarrosa, de La Patacona o de Port Saplaya, sin desmerecer estos parajes valencianos, existen diferentes zonas en la Comunidad en los que poder estar sin el barullo propio de las vacaciones en la playa. Estos son algunos rincones para estar solo en la costa valenciana:
Playa de Puçol
Con bandera azul, más de 2 kilómetros de playa y una baja ocupación, la playa de Puçol es una de las grandes favoritas de los visitantes. Según recoge la web valenciasecreta.com, este enclave tiene todos los servicios que se espera de una playa y está a tan solo 25 minutos de Valencia. Es una playa de densidad media-baja así que si se busca relax y descanso, es el lugar adecuado. Los aficionados al submarinismo pueden adentrarse en el mar y encontrarán fondos marinos rocosos dignos de ser observados; hay clubes de buceo en el municipio que ofrecen actividades. Para acceder, hay un autobús municipal que acerca tanto desde el casco urbano como desde las urbanizaciones. También se puede llegar en coche a través del Camí La Mar y también ir en bici o a pie por la Vereda Mangraners.
Cala Llebeig
Ubicada en la localidad de Moraira, es una cala en plena desembocadura del Barranc de la Viuda. Para acceder a este lugar es imposible hacerlo por la carretera, sino que hay que llegar a pie o hacerlo desde el mar, por otra playa. La ruta para llegar es corta, de tan solo unos cuatro kilómetros de ida y vuelta, pero para ello se recomienda evitar las chanclas y llevar un calzado adecuado.
Una vez en la cala, solo hay que dejarse llevar y disfrutar de las vistas.
Playa de Tavernes de la Valldigna
La playa de Tavernes de la Valldigna se encuentra a unos 5 kilómetros de la localidad y a su alrededor se han construido apartamentos, avenidas, zonas de ocio y de restauración para disfrutar de una gran experiencia al lado del mar. Esta playa está dividida en tres partes: la playa de Tavernes, la de la Goleta y el canal que las une.
En total la playa suma unos 6 kilómetros de litoral. La playa de Tavernes es la parte más extensa, de 2.070 metros, y ofrece una arena dorada y fina. Es una playa ideal para practicar deportes acuáticos como el windsurf y el kitesurf.
Playa de Meliana
Entre la Pobla de Farnals y Port Saplaya queda una pequeña playa de poco más de un kilómetro que pertenece a la localidad de Meliana. Tiene un aparcamiento habilitado al otro lado de la autovía y se accede a ella a través de una pasarela. Está protegida por un cordón de dunas con vegetación mediterránea y, aunque no tiene bandera azul, tiene el distintivo de playa virgen, según la web de turismo de la Comunitat Valenciana. Se llega saliendo de Valencia hacia el norte por la V-21. Esta playa se encuentra en el término del municipio aunque está aislada del núcleo urbano.
Esta playa está rodeada por un entorno natural de huertos que nos permiten observar y adentrarnos en la vida de campo. Hay incluso establecimientos que ofrecen rutas en carro por los caminos y otras actividades variadas.
Playa del Faro de Cullera
La Playa el Faro de Cullera es en realidad una bonita cala, con arena fina de agradable tacto de apenas cien metros de longitud y bordeada por la Isla de Los Pensamientos y las rocas de los acantilados. Se trata de un lugar perfecto para llegar andando por su pequeño paseo marítimo y de una zona donde las aguas son limpias, ¡ideal para disfrutar con los pequeños de la casa! Si bien suele ser un lugar concurrido, merece la pena visitarla por las vistas tan increíbles que ofrece de todo el entorno.
En la Playa el Faro de Cullera se ha instalado un puesto de primeros auxilios y socorrista, además de una torre de vigilancia, y es una playa inclusiva, ya que cuenta con acceso adaptado para personas con movilidad reducida. Las comodidades incluyen lavapiés y un WC de uso público. Su arena se mantiene limpia, otro motivo para escogerla, además de la posibilidad de utilizar un autobús interurbano para llegar sin tener que preocuparte de aparcar.
Playa de Rabdells
Es la gran excursión de un domingo de playa: bajar hasta Oliva para disfrutar de una de las mejores costas del litoral de Valencia. Se trata de una playa casi virgen que cuenta con una longitud de 1 kilómetro y una anchura de 80 metros. Su arena es fina y de color dorado y la playa está rodeada por un cordón dunar que confiere un aspecto íntimo al conjunto. La duna y la preduna forman una zona perfecta para los que quieren tomar el sol apartados de la multitud y relajarse con el sonido del mar como hilo musical. La playa Rabdells está poco urbanizada y su grado de ocupación no es alto. Está delimitada por el Riuet dels Gorgs hasta la desembocadura del río Bullent. Junto a sus dunas discurre un camino por el que puedes dar un agradable paseo y disfrutar de las vistas. Se trata de un lugar perfecto para visitar en familia y dejar que los niños corran, naden y se lo pasen en grande construyendo castillos de arena.
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