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A continuación, hemos elegido cinco ciudades europeas ideales para escaparse un fin de semana.
Aarhus, Dinamarca
La segunda ciudad más grande de Dinamarca es perfecta si quieres visitar el país, pero prefieres no pasar por la capital. La población universitaria es altísima, por lo que los pubs abundan y la vida nocturna es muy animada. En Aarhus confluyen el diseño y el arte: el conjunto residencial Iceberg y el museo ARoS son símbolos de la ciudad y puntos imprescindibles para ver. Además puedes pasarte por su Street Food Market o dar un paseo por la parte antigua de la ciudad, Den Gamle By, un museo al aire libre donde aprenderás sobre su cultura.
Brighton, Inglaterra
A tan solo una hora en tren de Londres, Brighton sobresale por su panorama artístico callejero. El Brighton Pier, el emblemático símbolo de la ciudad, es el lugar idóneo para tomar algo mientras descansas en las tumbonas, disfrutas de las vistas o gastas libras en el impresionante espacio de máquinas de juego en el interior del edificio. La visita al antiguo palacio de verano de la familia real inglesa de estilo arquitectónico asiático, el Royal Pavilion, es imprescindible también. Y no olvides pasear por los callejones de The Lanes y visitar sus pequeñas tiendas y cafeterías.
Brujas, Bélgica
Brujas es una ciudad congelada en el tiempo. De estilo medieval, es perfecta para recorrerla a través de sus canales en barquito, relajarse en el parque de la reina Astrid o disfrutar de las luces nocturnas paseando entre las casas de piedra. Desde Grote Markt, la Plaza Mayor de Brujas, se ofrecen 'free tours' para conocer la historia del casco antiguo. Y no olvides subir los 366 escalones de la torre Belfort, símbolo de la ciudad.
Praga, República Checa
Del reloj astronómico del siglo XV al puente de San Carlos, pasando por la Casa Danzante, la arquitectura de Praga es para admirar. Merece la pena ver el famoso Teatro Negro, mudo, que se hace en el Teatro de Imagen de Luz Negra. A orillas del río Moldava es motivo de visita Mala Strana, el barrio viejo de Praga con sus casas de estilo barroco, donde además está la Iglesia de San Nicolás y, a poca distancia, el muro de John Lennon.
Cracovia es interesante por su historia. La visita al campo de concentración y memorial de Auschwitz y a las Minas de Sal pueden ser experiencias enriquecedoras. En la Plaza del Mercado podrás ver los carruajes dispuestos para recorrer la antigua ciudad medieval. En el barrio judío, 'Kasimierz', la Sinagoga Vieja, la más antigua de Polonia, es de obligada visita. Los bares de leche son una buena opción si quieres probar la gastronomía polaca a un precio reducido.
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