Canal Noches Inquietantes : infierno

 Hace muchos años, en la década de los noventa, cuando la música electrónica y el espíritu de la fiesta estaban en su apogeo, experimenté algo que me ha perseguido desde entonces. Era una noche calurosa de verano y mis amigos y yo decidimos salir a disfrutar de la vida nocturna en una discoteca llamada "Inferno", que tenía la reputación de ser uno de los lugares más alocados de la ciudad.

La música retumbaba en mis oídos mientras bailábamos frenéticamente en la pista de baile, rodeados de luces de neón y personas con atuendos extravagantes. Todos estábamos completamente inmersos en la fiesta, pero había algo extraño en el ambiente esa noche. Un inquietante presentimiento se apoderó de mí, como si el mismo diablo estuviera entre nosotros.

Mientras buscaba un poco de aire fresco, me dirigí hacia un callejón oscuro detrás de la discoteca. Allí, en la penumbra, vi una figura alta y esbelta que parecía no encajar en ese lugar. Su piel era pálida como la nieve y llevaba un traje oscuro y elegante que contrastaba con la atmósfera de la fiesta. Cuando se volvió hacia mí, su mirada penetrante me atrapó en su maleficio.

"¿Estás disfrutando de la fiesta?", preguntó con una voz suave pero lúgubre, como un susurro que se arrastraba por mi espina dorsal.

Asentí, aunque mi voz estaba atrapada en mi garganta. No podía apartar la mirada de sus ojos, que parecían dos pozos oscuros que te absorbían sin piedad.

"Te he estado observando", continuó, su sonrisa revelando dientes afilados como cuchillas. "Tienes un aura especial, una chispa de inocencia que aún no ha sido corrompida por completo."

El miedo comenzó a apoderarse de mí, y mi instinto me decía que debía alejarme de esa presencia siniestra. Sin embargo, mis piernas se sentían como plomo, incapaces de moverse.

El extraño extendió la mano hacia mí, y sus dedos tocaron mi mejilla con un escalofrío helado. "Tengo algo que ofrecerte, algo que cambiará tu vida para siempre", susurró.

Justo cuando estaba a punto de ceder ante su oferta, mis amigos aparecieron en el callejón, buscándome. El extraño retrocedió en las sombras y desapareció en la oscuridad antes de que pudiera reaccionar.

Mis amigos me sacaron de ese callejón y me arrastraron de regreso a la discoteca. Aquel encuentro con el diablo en el callejón dejó una huella imborrable en mi alma. Sabía que había escapado de algo terrible esa noche, algo que habría cambiado mi destino para siempre