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Las cascadas más grandes de Europa y otras experiencias naturales y culturales para disfrutar de una completísima escapada en la época más mágica del año.
Con una excelente ubicación, a escasos kilómetros de los Alpes suizos, y una estupenda red ferroviaria, Zúrich es la base perfecta para hacer excursiones de un día, tanto por su lago como por el resto de la región. En Navidad, además, no faltan mercadillos y luces que llenan de magia cada rincón.
Antes de explorar pueblos de cuento y entornos naturales, ¿qué tal si recorremos las calles de la ciudad y nos empezamos a dejar llevar por su ambiente festivo? Aunque las distancias no son muy grandes, conviene hacerse con la Zürich Card, de 24 ó 72 horas, para ahorrar tiempo y dinero. Esta tarjeta permite utilizar todos los medios de transporte público e incluye las entradas a los principales museos. Entre ellos, los amantes del arte no deben perderse Kunsthaus ya que tiene un 20% de descuento todos los días de la semana salvo los miércoles que la entrada es gratuita, además cuenta con una importante colección de obras pictóricas de artistas como Picasso, Mattisse, Monet, Vincent van Gogh o Munch. Pero el arte brota también de las calles del centro histórico y, concretamente, en el Cabaret Voltaire donde poetas y otros artistas fundaron y dieron rienda suelta al movimiento cultural del dadaísmo o en el café Odeon visitado por seguidores de esta corriente artística.
El museo histórico-cultural más visitado de Suiza es el Museo Nacional, que muestra la historia del país y exhibe interesantes exposiciones temporales. Durante el mes de diciembre, su patio sorprende con el asombroso espectáculo interactivo de luces Illuminarium proyectado sobre las fachadas del edificio. Los visitantes pueden degustar productos gastronómicos y vino caliente en la zona de acceso gratuito.
Para conocer Zúrich y sus alrededores desde otro punto de vista, no debe faltar un relajado crucero por su lago. Pero hay muchos lugares fácilmente accesibles y cargados de naturaleza que descubrir en barco o tren.
Los pueblos imprescindibles de Zúrich
Ubicado en una península del lago de Zúrich, el encantador pueblecito medieval de Rapperswil está dominado por un imponente castillo del siglo XIII y decorado con preciosos jardines de rosas, especialmente en primavera. Cada mes de diciembre acoge Christkindlimärt, uno de los mercados navideños más grandes y animados de Suiza. Para llegar es recomendable hacerlo en un bonito paseo en barco de dos horas de duración. Aquellos que dispongan de menos tiempo, pueden optar por un trayecto en tren de unos 40 minutos.
En tren también se llega a Einsiedeln, un pueblo de montaña levantado junto a una impresionante abadía barroca que, en Navidad, acoge otro fabuloso mercado navideño.
A orillas del lago, Kilchbertg disfruta igualmente de la belleza natural de la región. Más al norte del cantón, los 17 museos y la variada agenda cultural de Winterthur llenan de vida esta cautivadora ciudad suiza.
Las Cataratas del Rin
La poderosa naturaleza de Suiza se desata en estas cascadas, conocidas como las más grandes de Europa Central. Su poderoso caudal puede ser contemplado desde varios miradores que recorren el recinto. En la orilla norte, un parque de aventuras permite deslizarse de árbol en árbol acompañado de sus impresionantes vistas.
Camino de los planetas
Otra de las vistas espectaculares de la zona es la que se contempla desde el mirador de Felsenegg. La forma más emocionante de llegar hasta él es hacerlo por el Planet Trail, una caminata fácil de dos horas a través de un sendero elevado que representa el sistema solar partiendo desde Uetliberg (el Sol) hasta Plutón. Una vez en Felsenegg es posible comer y bajar con el funicular.
Las vistas desde Uetliberg
Algunas de las panorámicas más sobrecogedoras de Zúrich, su lago y las montañas nevadas que lo rodean se obtienen desde el mirador de esta montaña situada a aproximadamente 2.850 metros sobre el nivel del mar.
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