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Una comunión de naturaleza, gastronomía y arquitectura es la mejor carta de presentación del municipio
Lleida es una de las provincias más desconocidas de Cataluña. Más allá de los pueblos de los Pirineos no hay pueblos que tengan una fama que cruce fronteras, en cambio, esta tierra esconde pequeños tesoros dignos de postal y de la mejor cocina.
Uno de estos puntos es Sant Llorenç de Montgai, un pequeño rincón de ensueño que se erige como uno de los pueblos más bonitos de Lleida. Y no sólo por el embalse. Sus calles, el entorno y su comida lo hacen más que especial. Pero empecemos por lo conocido.
Embalse y deporte
El embalse de Sant Llorenç de Montgai, un tesoro acuático fruto de las aguas que bajan por el río Segre. Allí se organizan todo tipo de actividades al aire libre para los amantes de la naturaleza y el deporte.
Declarado reserva natural de fauna salvaje, ofrece un espectáculo constante con aves acuáticas y peces que encuentran en sus aguas un hogar estable. Unas aguas que se puede nadar o cruzar en kayak, los visitantes. Mientras, los amantes de la tierra firme pueden disfrutar del trekking, rutas en bicicleta o emocionantes sesiones de escalada. Incluso, desde las alturas, se puede contemplar la majestuosidad del paisaje, con las ermitas de Sant Jordi, Sant Llorenç y Montalegre, así como las antiguas ruinas de un pueblo ibérico.
Arquitectura e historia
Pero más allá del embalse, el municipio es de un encanto fuera de lo común. La historia de la región se desvela a través de sus construcciones antiguas, como el castillo de Sant Llorenç, testigo de épocas pasadas y situado estratégicamente en un acantilado que se yergue sobre la Sierra de Sant Cristofol.
Pero la historia no se limita a las alturas; en el pueblo de Camarasa, los vestigios de la Guerra Civil y la fascinante cueva del Tabac narran episodios intrigantes. Además, se dice que el puente romano que se encuentra en la localidad fue cruzado por el mismísimo Julio César, añadiendo un toque de grandeza histórica al entorno.
Unas cocas de lujo
Pero no solo de historia vive Sant Llorenç de Montgai. Este encantador pueblo también se ha ganado un lugar en el corazón de los amantes de las delicias gastronómicas, en especial la coca. Pero no la que piensa.
Cualquier persona que se acerca a este municipio sabe o ha de tener claro que no puede perderse las exquisitas coques de recapte de la panadería Lluís Capdevila en Camarasa. Elaboradas con una fina y tierna masa, estas especies de pizza repletas de berenjena, pimiento, longaniza o arenque, son en un auténtico festín para el paladar.
Conexión total
Por último, destacar la increíble fiesta mayor que une a Balaguer, Camarasa, Gerb y Sant Llorenç de Montgai. En ella se celebra la recuperación del espacio natural del río Segre con un descenso alocado que atrae a cientos de participantes y sus embarcaciones caseras. Un ejemplo de implicación de la población con la naturaleza.
Con estos alicientes, Sant Llorenç de Montgai se ha convertido en uno de los municipios más bonitos de Lleida. Por su naturaleza, su arquitectura, sus fiestas… y su coca.
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