Karen Paola Díaz Talavera
La negativa de Alejandro obligó a Darío a realizar una leva general en todas las satrapías del Imperio que aún controlaba. Reunió así un numeroso ejército, que incluía contingentes de numerosos pueblos sometidos
(bactrianos, sogdianos, escitas, partos,
árabes, armenios, medos, hindúes, etcétera), y que algunos autores clásicos estimaron en un millón de infantes, cien mil jinetes, doscientos carros con hoces afiladas en las ruedas, y quince elefantes de guerra. Darío concentró su ejército en Babilonia, y al ver el resuelto avance de Alejandro desde Egipto, seleccionó cuidadosamente en Mesopotamia el campo de batalla, escogiendo para tal fin la llanura de... Gaugamela; cien kilómetros al oeste de la ciudad de Arbela (la actual Arbil, en Irak), para no cometer el mismo error que en Issos, donde la estrechez del campo había sido un inconveniente crucial en su derrota.
La Batalla de Gaugamela
Según Arriano, el ejército persa estaba compuesto por 40 000 jinetes, 1 000 000 de infantes, 200 carros armados con guadañas y unos cuantos elefantes de guerra. Marco Juniano Justino comenta que eran 400 000 los infantes y 100 000 los jinetes; Quinto Curcio Rufo refiere que constaba de 45 000 caballos y 200 000 hombres; Diodoro Sículo y Plutarco, que eran 1 000 000 de hombres en total.
Los historiadores modernos han estimado que el ejército persa estaba compuesto por unos 250 000 combatientes. Aunque siguiendo datos modernos se puede estimar que de esos 250 000 combatientes, tan sólo 92 000 eran soldados propiamente dichos. Entre los soldados profesionales el ejército persa contaba con 5200 mercenarios griegos y 10 000 infantes pesados, en la época denominados... Inmortales. Además, unos 20 000 caballeros eran considerados propiamente como caballería pesada profesionalizada, el resto de los guerreros se consideran reclutas ocasionales con cierto entrenamiento: arqueros y caballería ligera. Otros 22 000 combatientes fueron campesinos reclutados a toda prisa y prácticamente sin entrenamiento, por lo que su importancia militar fue escasa y ni siquiera llegaron a combatir, puesto que huyeron a la vez que Darío.
En la noche del 30 de septiembre, los ejércitos se encontraban apostados en el campo de batalla, preparados para la confrontación. Alejandro se dedicó a efectuar un reconocimiento del terreno y a planificar la batalla, y sabiendo que Darío era el que tenía que defender la posición, ordenó a sus tropas descansar, mientras que Darío, nervioso por temor a un ataque nocturno, ordenó la posición de guardia para sus soldados...
Los Persas.. Formaban una larga línea. Su ala izquierda al mando de Bessos estaba formada por las tropas bactrianas, daeas, persas, escitas y cadusianas. Tenían 100 carros con guadañas. En el ala derecha, al mando de... Maceo, se hallaban las tropas sirias, mesopotamias, medas, partas, sucianas, tibarianas, hircanias, albanias y sacesanias. En el centro estaba el rey Darío con las tropas persas propiamente dichas, que se distinguían del resto por llevar lanzas con manzanas doradas en la empuñadura, los indios y los carios. Detrás de ellos, en formación cerrada, se encontraban los uxianos, babilonios, las tribus del mar Rojo y los sitacenios. Delante del escuadrón real había 15 elefantes indios y 50 carros con guadañas.
Los Macedonios... El ejército sumaba 7000 jinetes y 40 000 infantes. La caballería pesada de élite de Alejandro eran los Hetairoi (Compañeros) y estaba formada por la nobleza macedonia, que acompañaba a Alejandro en esta batalla y fueron el factor decisivo en la batalla. El resto de la caballería se dividía en jinetes tesalios (pesados), caballería tracia (ligera) y algunos jinetes griegos. La infantería de Alejandro se dividía en pesada, la falange y los hipaspistas (cuerpo especializado que cubría los huecos de la poco flexible falange) y la infantería ligera, tracios, agrianos (estos últimos lanzadores de jabalinas que destrozaron a los carros en esta batalla) y... hoplitas griegos que intervinieron para cubrir la retaguardia de la falange.
El ejército se dividió en dos partes: El ala derecha estaba bajo el mando directo de Alejandro e integrada por la caballería de los “compañeros” y la caballería ligera de los macedonios. La caballería mercenaria fue dividida en dos grupos: los veteranos en el flanco derecho y el resto se colocó al frente de los arqueros agrianos y macedonios, que se ubicaban al lado de la falange que iba al centro reforzada con otra formación a retaguardia para que, en el caso de que fueran rodeados, pudieran dar media vuelta y enfrentarse al enemigo desde la dirección contraria. El flanco izquierdo estaba al mando de Parmenio, con los jinetes de Farsalia, los mercenarios griegos y las unidades de caballería tracia.
La novedad de la formación macedonia fue la colocación de una reserva tras la primera línea. Consistía en dos columnas volantes, una detrás de cada ala. Estaban colocadas formando ángulo con el frente, a fin de coger de flanco al enemigo si este intentaba rodear las alas. Si no se daba dicho caso..., se replegarían hacia el centro para reforzar el frente. Alejandro dispuso su ejército de modo que diera frente a todas partes, formaba un gran rectángulo que podía enfrentarse a ataques provenientes desde cualquier lugar. Esta disposición fue la que le hizo obtener la victoria, pues intuyó los movimientos que haría el adversario y se preparó para afrontarlos y contrarrestarlos.
Alejandro se movió oblicuamente hacia el ala izquierda persa en lugar de avanzar directamente hacia ellos, y al continuar avanzando en esa dirección, se colocó más allá del terreno nivelado por los persas. Darío entonces ordenó que su ala izquierda contuviera el movimiento lateral de Alejandro realizando una salida envolvente. Alejandro, a su vez, inició un ataque hacia el centro de las tropas envolventes y dio comienzo a una serie de ataques y contraataques hasta que las formaciones persas quedaron rotas. Darío envió sus carros contra la falange para sembrar el desorden en ella, pero la infantería macedonia, que estaba delante de la caballería para protegerla de los carros, arrojaron sus jabalinas, flechas y demás armas arrojadizas y abrió sus filas quedando aisladas las cuadrigas que atravesaron las líneas macedonias. Darío, en un nuevo intento para detener el avance de Alejandro, envió a la caballería persa del sector central, con el resultado de que se abrió una brecha en su línea. Así terminó la primera fase de la batalla...
Alejandro ordenó a su caballería de reserva atacar a las fuerzas que estaban rodeando su ala derecha y él, al frente de sus «Compañeros», en una formación en cuña, galopó hacia la brecha abierta en la línea persa por el avance de su propia caballería. Luego en una maniobra embistió contra Darío, quien abandonó el campo aterrorizado ante la embestida de Alejandro. La caballería persa del ala izquierda, que estaba siendo atacada por la reserva macedonia, también emprendió la huida, siendo perseguida por los macedonios, que los masacraron.
El ala izquierda...
Debido a la marcha oblicua de Alejandro, el ala izquierda se encontraba retrasada con respecto a la derecha, y a causa del impetuoso avance de Alejandro se había producido una brecha entre ambas alas. La caballería hindú y Persa irrumpió por esta brecha dirigiéndose hacia el tren de bagajes macedónico con el propósito de rescatar a la familia de Darío que estaba presa, pero la madre de Darío se negó a ser liberada... La falange de reserva dio media vuelta y los atacó por la retaguardia matando a gran número. Esta penetración coincidió con un movimiento envolvente de la caballería persa del ala derecha, con lo cual el ala izquierda macedonia quedó rodeada... Parmenio abrumado por la descomunal maniobra envió un mensaje a Alejandro informándole de su crítica situación... Este cesó inmediatamente la persecución de Darío... y se lanzó con sus Hetairoi a socorrer su ala izquierda, derrotando a los persas.
Libre Parmenio, se reanudó la persecución que se prolongó hasta la noche, iniciando una marcha forzada sobre Arbelas, pero Darío logró escapar...
Es imposible calcular las bajas de esta batalla. Los historiadores antiguos van desde 300 000 persas muertos y solamente 100 macedonios y 1000 caballos, hasta otros más modernos que las estiman en 210 000 muertos persas y 5000 macedonios.
Gaugamela es considerada como una obra maestra en el arte de la guerra y táctica militar y la mayor victoria de Alejandro Magno.
Una disposición de las tropas similar fue utilizada en la Batalla de Magnesia, por parte de Lucio Cornelio Escipión Asiático, hermano de Publio Cornelio Escipión el Africano, quien le aconsejó la disposición de las tropas para vencer al Rey Antíoco III el Grande y a sus catafractos.
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