CanalNochesInquietantes
Era una tarde de otoño cuando me perdí en un extenso maizal a las afueras del pueblo. El sol comenzaba a ocultarse, y las sombras alargadas de los maíces creaban un laberinto confuso. Mientras intentaba encontrar el camino de regreso, algo extraño captó mi atención: una figura parada en medio del maizal. Era una enfermera, pero algo en ella no estaba bien.
Intenté hablarle, pero no hubo respuesta. Solo el susurro del viento entre los maíces. Di un paso hacia ella y, para mi horror, la enfermera levantó la cabeza. Su rostro estaba pálido, casi translúcido, y sus ojos... sus ojos estaban completamente blancos, sin iris ni pupilas.
Sentí un escalofrío recorrer mi espina dorsal. Quise correr, pero mis pies no respondían. Entonces, con un movimiento brusco, la enfermera comenzó a avanzar hacia mí. No era un caminar normal, sino una especie de deslizamiento, como si sus pies no tocaran el suelo.
Mi corazón latía con fuerza cuando finalmente logré dar la vuelta y correr. Podía oír un susurro agudo detrás de mí, cada vez más cerca. Corrí sin mirar atrás, guiado solo por el instinto de supervivencia.
Después de lo que parecieron horas, salí del maizal, tropezando en el camino de tierra. Miré hacia atrás una última vez y vi la figura de la enfermera en el límite del maizal, inmóvil, como si me estuviera observando.
Al llegar al pueblo, conté mi experiencia a los lugareños. Uno de ellos, un anciano, me reveló una historia escalofriante. Hacía muchos años, en el centro médico comunitario del pueblo, trabajaba una enfermera. Era conocida por su belleza y bondad, y había captado la atención de un hombre poderoso de la región, el dueño de los campos de maíz. Pero ella no correspondía a sus sentimientos. Poco después, desapareció misteriosamente, y se sospechaba que el hombre poderoso estaba detrás de su desaparición.
Desde entonces, se decía que su espíritu vagaba por los maizales, buscando justicia o quizás, paz. Al escuchar esto, entendí que lo que vi no era simplemente una aparición, sino el alma atormentada de esa enfermera, atrapada en una eternidad de soledad y misterio en los campos que una vez pertenecieron a su obsesivo admirador.
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