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Creado en honor de la bailarina clásica Anna Pavlova, este postre combina un crujiente merengue con una suave crema y fruta fresca. Una experiencia que no puedes perderte.
Ingredientes para 6-8 personas:
Para el merengue:
- 8 claras de huevo
- 400 g de azúcar
- 2 cdtas de vinagre de vino blanco
- 2 cdas de fécula de maíz
Para la crema:
- 200 ml de nata fresca para montar
- 50 g de azúcar
Para el relleno:
- 10 fresas
- 30 frambuesas o varias ramitas grosellas (unos 60 g)
- Unas hojas de menta fresca
- Azúcar glas, para decorar
Preparación:
- Precalentar el horno a 120°C. Batir las claras de huevo hasta que estén firmes, añadiendo el vinagre para que tomen la consistencia perfecta. Cuando comiences a batir, agrega la fécula, luego el azúcar gradualmente. Las claras de huevo batidas deben tener un color brillante y la consistencia debe ser bien compacta.
- Extiende las claras de huevo batidas sobre una bandeja cubierta de papel para hornear. Crea 2 merengues grandes, extendiendo cuidadosamente con una cuchara o espátula, hornea y cocina por 1 hora y 15 minutos a 160°C, o hasta que estén ligeramente dorados y secos.
- Cuando estén listos, deja enfriar sobre una rejilla antes de continuar con el montaje.
- Batir bien la nata fresca para el postre: cuando esté semi-batida, agregar el azúcar y continúa batiendo con la batidora hasta obtener una consistencia con la que pueda crear mechones.
- Distribuye las fresas lavadas y cortadas por mitad, de manera uniforme. Distribuye una parte de las frambuesas o grosellas cuidadosamente, ayudándote con una cuchara. Continúa hasta que toda la primera capa haya quedado cubierta de fruta.
- Termina el montaje de la pavlova colocando el segundo merengue con cuidado. Decora con el restante de la fruta fresca. Por último, espolvorea con el azúcar glas y termina con unas hojitas de menta. Refrigera 30 minutos al menos, y disfruta.
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