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Receta exclusiva de Gorka Barredo
Receta de pollo al horno con patatas y cebolla
La cocina es un arte que se nutre de tradiciones y sabores auténticos. En esta ocasión, te invitamos a explorar una receta sencilla y reconfortante que ha pasado de generación en generación: el pollo asado al horno con patatas y cebolla o famoso también como «Pollo a l’ast». Este plato, que combina ingredientes simples y técnicas tradicionales, es un homenaje a la cocina casera y a la calidez de un hogar lleno de aromas irresistibles. El secreto de esta preparación radica en la paciencia y el cuidado con el que cada elemento se combina en la bandeja del horno. El resultado es un festín de texturas y sabores que te transportará a la mesa de tu abuela, donde el tiempo se detenía y las comidas eran momentos compartidos y memorables. Así que, sin más preámbulos, sumérgete en esta receta y descubre cómo crear un plato que trae consigo la esencia de la cocina hogareña. ¡Comencemos!
Ingredientes para 4 personas:
- 1 pollo entero o 4 muslos completos (cuartos traseros)
- 4 patatas medianas
- 4 cebollas medianas
- aceite de oliva
- sal y pimienta
- Tomillo seco
CÓMO HACER LA RECETA DEL POLLO ASADO AL HORNO FÁCIL CON PATATAS
- Comienza precalentando tu horno a 220°C para asegurarte de que esté listo cuando lo necesites. Mientras tanto, lava y pela las patatas. Luego, córtalas en rodajas gruesas y resérvalas. También, pela las cebollas y córtalas en tiras finas. Salpimentamos.
- Si has optado por un pollo entero, límpialo bien por dentro y por fuera, asegurándote de retirar cualquier exceso de grasa y plumas. Lava el pollo bajo agua fría y sécalo con papel de cocina. Si has elegido los muslos completos, simplemente asegúrate de que estén limpios y secos. Luego, sazona el pollo con sal, pimienta y una generosa pizca de tomillo seco. Este paso es esencial para que nuestro pollo adquiera un sabor increíble.
- En una bandeja de horno grande y resistente al calor, coloca una fina capa de aceite de oliva para evitar que los ingredientes se peguen. Luego, acomoda las rodajas de patata en el fondo de la bandeja, formando una capa uniforme. Encima de las patatas, coloca las rodajas de cebolla. Este lecho de patatas y cebolla añadirá sabor y jugosidad al pollo a medida que se cocine.
- Coloca el pollo (o los muslos) encima de las patatas y cebolla en la bandeja del horno. Rocía el pollo con un poco de aceite de oliva adicional y sazona nuevamente con sal, pimienta y tomillo al gusto. Esto ayudará a que la piel se dore y se vuelva crujiente.
- Metemos el pollo en el horno a 220ºC, si utilizas muslos. Calor arriba y abajo. Dejamos hornear unos 30 minutos, hasta que se dore bien. Si utilizas un pollo entero, horneamos a 190ºC.
- Cuando esté bien dorado, sacamos la bandeja del horno, le damos la vuelta a las piezas. Así, se cocinará el otro lado. Inmediatamente después, volvemos a meter la bandeja dentro del horno. Finalmente dejamos cocinar aproximadamente el mismo tiempo, hasta que todo quede bien cocinado.
- Una vez que nuestro pollo esté listo, sácalo del horno y déjalo reposar durante unos minutos antes de cortarlo en porciones. Sirve el pollo con las patatas y cebolla en la misma bandeja, aprovechando todos los jugos y sabores del asado.
Este plato es una delicia que impresionará a tus invitados o a tu familia. La combinación de sabores, la jugosidad del pollo y la textura caramelizada de las patatas y cebolla hacen de este plato una elección perfecta para cualquier ocasión. ¡Disfruta de tu comida casera llena de sabor!
CONSEJOS PARA CONSEGUIR que salga JUGOSO Y CON LA PIEL CRUJIENTE AL HORNO
En ocasiones, muchos de vosotros me habéis comentado que, cuando intentáis preparar este plato, la carne queda seca y no sabéis por qué ha podido ocurrir esto, ya que habéis seguido los pasos que os he puesto anteriormente. A continuación os voy a dar unos consejos para que consigáis un pollo jugoso y con su piel crujiente al horno.
- Para evitar que el pollo quede muy reseco, es aconsejable que lo pintes con aceite o agua justo antes de introducirlo en el horno, de este modo, el pollo retendrá más la humedad y conseguiremos una carne más jugosa. También podemos conseguir este efecto si lo pintamos con zumo de limón o brandy.
- Otro truco que nunca falla es introducir en el interior del pollo, un par de limones cortados en trozos. De este modo, mientras el pollo se hornea, los jugos del limón se distribuyen por toda su carne y de este modo obtendremos una carne más jugosa y con un sabor cítrico delicioso.
- El secreto para una piel crujiente está en sazonarlo. Todos sabéis que los ingredientes imprescindibles en mi cocina son la sal y la pimienta. Pues bien estos dos ingredientes son fundamentales para que consigamos un pollo con una carne jugosa y una piel crujiente . Para ello, a la hora de salpimentar el pollo, no solamente tienes que hacerlo por su exterior, sino, también en su interior. De este modo durante el horneado, el aderezo se distribuirá por toda la carne y así lograrás jugosidad en su interior y un sellado de la piel para que quede crujiente.
- Un buen truco es precalentar el horno con una cazuela o bandeja grande dentro. Cuando introduzcamos el pollo en el horno, lo pondremos dentro de la bandeja y está hará la función de «plancha». Dejamos que el pollo se cocine unos 15 minutos por cada lado y de este modo conseguiremos que los jugos se repartan por toda la carne de esta ave.
- El tiempo de reposo después del horneado también es muy importante. Cuando retires la bandeja del horno, déjalo reposar unos 10 minutos antes de trincharlo y de este modo, los jugos del pollo se asentarán mejor.
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