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Nos trasladamos hasta la ciudad conocida como la Capital del Santo Reino para descubrir un rincón que todavía es desconocido para muchos viajeros, ya que no entra dentro de las principales rutas turísticas.
La majestuosa catedral de Jaén, el castillo de Santa Catalina, el palacio de Villadompardo, el monasterio de Santa Clara o el mirador de la Cruz son algunos de los lugares que todo explorador debería visitar si viaja a la que, en sus orígenes, se conoció como Aurigis.
Pasear por los barrios de San Ildefonso, con sus casitas blancas o por el barrio de San Juan, en el que disfrutar de la gastronomía jienense son también paradas obligatorias. Y ya, en el barrio de la Magdalena, se hace imprescindible perderse por sus callejuelas estrechas y empinadas, dejarse seducir por la plaza de San Bartolomé, con su iglesia homónima, o la plaza de Santa María. Y, precisamente, muy cerquita de esta última vamos a descubrir el rincón secreto de Jaén, una joya que merece ser descubierta.
Barrio de la Magdalena: el más antiguo de Jaén
La Magdalena es el barrio más antiguo de la ciudad y, por tanto, hay que patearlo para poder tomarle el pulso a Jaén y conocer leyendas como la del lagarto de Malena, que cuenta que un enorme reptil vivía en una cueva y se comía a quienes se acercaban a beber agua. Fue un preso condenado a muerte el que, a cambio de su libertad, mató al lagarto, mediante una curiosa treta. Y hoy, poder escuchar esa leyenda a los pies de la fuente del lagarto de Malena es una experiencia única.
También en el barrio hay que visitar los baños árabes, que constituyen un buen ejemplo de la arquitectura islámica en España. El viajero deberá llegar hasta el ya mencionado palacio de Villardompardo y, en sus sótanos, descubrirá más de 450 metros cuadrados que convierten a estos baños árabes en (posiblemente) los más grandes de la Península Ibérica.
Una joya en Jaén: el antiguo Hospital San Juan de Dios
Seguimos descubriendo la belleza de un barrio auténtico y nuestros pasos nos llevan hasta el edificio que hoy alberga la Biblioteca Pública Provincial y el Archivo Histórico Provincial y que en su día fuera el conocido como Hospital de San Juan de Dios.
No es un edificio muy visitado por turistas, mientras que para estudiantes, investigadores y amantes de la lectura se ha convertido casi en un lugar de culto. Además, esconde un rincón secreto que muchos viajeros se quedan sin conocer.
El que fuera uno de los hospitales más longevos de España comenzó a funcionar en 1553 y lo hizo hasta finales del siglo XX, ya que en 1973 sus instalaciones se trasladaron al Centro Hospitalario Princesa Sofía de España. Entonces quedó en un estado de abandono y sus instalaciones fueron saqueadas en varias ocasiones hasta que en 1992 se asumió un proyecto de recuperación y restauración del edificio que podemos contemplar en la actualidad.
Antes de descubrir el rincón secreto que se encuentra en su interior, debemos admirar la fachada, de estilo gótico tardío. El edificio se estructura en torno a dos patios interiores a distinto nivel. Y, precisamente, llega el momento de maravillarnos ante la joya de la corona o el rincón secreto de Jaén. Uno de sus patios ajardinados, de estilo renacentista andaluz, aparece ante nosotros convirtiéndose en una fantasía para nuestros sentidos.
Un jardín secreto: joya oculta de Jaén
Con arcos sostenidos por columnas toscanas en el claustro bajo y jónicas en el superior, desemboca en el paraninfo (una antigua capilla de 1771, que se reedificó tras el incendio que tuvo lugar en 1916), el archivo y biblioteca y una coqueta cafetería en el sótano. Olvidarse del reloj y pasear entre las palmeras y su fuente será una experiencia que el viajero no debería perderse.
Más allá de lo bello de este rincón, no podemos olvidar, al igual que pasa con el lagarto de Malena, alguna de las leyendas que han convertido este enclave en un lugar frecuentado por los amantes del turismo dark. Y es que se cuenta que es poner un pie en el antiguo hospital y el viajero se siente desbordado por toda la energía acumulada de las penas de todas las personas que pasaron por aquí. También hay quien dice que, por la noche, se oyen llantos de niños o se puede ver paseando a una monja por el patio.
En definitiva, si tienes pensado visitar Jaén, el barrio de la Magdalena es un imprescindible, ya que tiene numerables encantos que ofrecer. Y precisamente allí, tras la fachada del antiguo Hospital de San Juan de Dios, hay un bello jardín que es un rincón secreto (ahora ya no tanto) que merece ser descubierto.
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