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Francia es el país más visitado de todo el mundo, por delante de otros lugares como España o Estados Unidos. París suele congregar la mayoría de turistas, aunque en todo el territorio galo, también hay otras ciudades como Lyon o Estrasburgo que son dignas de visita, así como numerosos pueblos medievales repletos de encanto que son perfectos para una escapada de fin de semana.
Uno de esos pequeños enclaves llenos de historia es la localidad de La Couvertoirade, situada en el Macizo Central. Este pueblo fortificado data del siglo XII y gracias a sus preciosos edificios de piedra está considerado uno de los más bonitos de Francia. Además, se encuentra en un entorno natural tan privilegiado como es el altiplano de Larzac, lo que hace a este lugar de apenas un centenar de habitantes aún más especial.
La Couvertoirade, un pueblo con pasado templario
Este pueblo francés situado en el departamento de Aveyron, dentro de la región de Occitania, tiene su origen hace casi un milenio, cuando los templarios llegaron a la zona y comenzaron a levantar unas gruesas murallas que en el siglo XV fueron sustituidas por las actuales, ya bajo el dominio de la Orden de San Juan. Dentro de ellas se construyeron muchos edificios empedrados que siguen en pie y que dan este aspecto tan increíble a La Couvertoirade, donde parece que el tiempo no ha pasado.
Dentro de las murallas esperan a los turistas calles adoquinadas, casas de piedra con más de seis siglos de historia e incluso pasadizos cubiertos que hacen de La Couvertoirade una de las grandes joyas ocultas de Francia. Las vidrieras de la increíble Iglesia de Saint-Christophe, a la que se accede por una escalera esculpida en la propia roca, dejan perplejos a cualquiera que las contemple. Además, extramuros también hay enclaves a los que hay que acercarse, como el precioso molino de la colina del Rédounel, desde donde también se tienen unas vistas privilegiadas.
Otro de los grandes atractivos de La Couvertoirade es su impresionante castillo templario, erigido en el siglo XII cuando la Orden del Temple llegó a la región y que todavía mantiene cierto esplendor. Pero este magnífico pueblo medieval no solo es perfecto para los amantes de la historia, sino que quienes disfrutar de la naturaleza también pasarán un increíble fin de semana paseando por el entorno de la localidad o completando algunas de las rutas en bicicleta que parten de ella.
La Couvertoirade se encuentra a poco más de dos horas de carretera de la frontera con España, por lo que es perfecta para hacer una escapada de fin de semana. Además, en el pueblo hay varios alojamientos donde hospedarse, así como numerosos restaurantes y pequeñas tiendas de artesanía que harán del viaje a esta parte de Occitania una experiencia completamente inolvidable.
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