Camino a Iquitos: un paseo amazónico

 CanalViajar

En la selva más grande del planeta.

El viaje hacia Iquitos, en el corazón del corazón de la Amazonía peruana, comienza para muchos en Yurimaguas, una ciudad conocida como la “Perla del Huallaga”. Desde aquí, se inicia un viaje fluvial que puede durar entre tres y cuatro días a bordo de barcos de carga que recorren el río Huallaga y luego se conectan al vasto río Marañón, que más adelante se convierte en el imponente Amazonas.

Al embarcar en Yurimaguas, se siente el bullicio y la expectación de los pasajeros (sobre todo la propia), la mayoría de ellos locales que transportan todo tipo de bienes: frutas tropicales, animales y materiales de construcción, entre otros. Una vez que el barco zarpa, se comienza a navegar por el Huallaga, rodeado de paisajes de jungla que, conforme se avanza, se van tornando cada vez más exuberantes, más amazónicos, más espesos. La vida a bordo transcurre a un ritmo lento, acorde con el entorno. Los pasajeros cuelgan sus hamacas y se mecen, y charlan y comen y miran el río.

Durante el trayecto, el barco se detiene en varios pueblos ribereños donde los habitantes suben y bajan cargamentos. Es una experiencia que permite conocer de cerca el estilo de vida amazónico y el intercambio constante que se da en esta región. El paisaje ofrece postales increíbles de bosques densos, aves exóticas y ocasionalmente delfines rosados, que surgen inesperadamente del agua.

El Marañón, uno de los ríos que da origen al Amazonas, ofrece dos espectáculos al día: el amanecer y al atardecer, cuando el sol tiñe de colores las aguas y la vegetación circundante. Los cielos abiertos y el sonido constante del agua y la selva brindan una sensación de inmensidad difícil de vivir en otros lugares.

Al llegar a Iquitos, el contraste es notorio. La ciudad desborda vida, quizá demasiada (el ruido, el caos, las motos), con su mezcla de arquitectura colonial y su ambiente único de lugar aislado del mundo exterior. Desde aquí, parten expediciones hacia las profundidades de la Amazonía, donde se puede explorar el Parque Nacional Pacaya Samiria o visitar comunidades indígenas. En Iquitos, uno se encuentra rodeado de la diversidad biológica y cultural de la Amazonía, y el viaje que comenzó en Yurimaguas se convierte en el inicio de una aventura de descubrimiento y aprendizaje en una de las áreas más ricas y vitales del planeta.

El Mercado de Belén, conocido como el “Mercado de las Brujas” de Iquitos, es un lugar donde se puede ver, oler y probar lo más auténtico de la Amazonía. En este vibrante mercado, los puestos abarrotan las calles con productos únicos y exóticos. Aquí encuentras desde frutos amazónicos como el camu camu y el aguaje, hasta especias locales, carnes de animales típicos de la región, como lagarto o tortuga, y pescados frescos sacados directamente del río.

El mercado también es famoso por sus hierbas y remedios tradicionales, conocidos por sus propiedades medicinales, utilizadas por las comunidades locales y chamanes. Entre estas, se pueden ver plantas como la uña de gato y la ayahuasca, que tienen un lugar especial en las prácticas espirituales y de sanación amazónicas.