La ruta senderista más bonita de Vizcaya: entre molinos antiguos, una cascada espectacular y en pleno Bosque de Oma

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Este sendero, ubicado en Vizcaya, lleva a los caminantes por bosques mágicos, antiguos molinos y una cascada escondida, ofreciendo una experiencia única que combina naturaleza y arte en pleno corazón del País Vasco

La impresionante cascada a la que se llega tras atravesar el Bosque de Oma 

 Una experiencia única aguarda a los senderistas en Vizcaya con la Ruta de Bolunzulo, un recorrido lleno de naturaleza, historia y arte que se despliega en pleno Bosque de Oma, cerca del municipio de Kortezubi. Este sendero, que se extiende entre antiguos molinos y una cascada, ofrece a los amantes del senderismo una oportunidad de sumergirse en uno de los parajes más cautivadores de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

El Bosque de Oma, una obra del artista vasco Agustín Ibarrola, es uno de los puntos más emblemáticos de la ruta. En este espacio, las pinturas de Ibarrola transforman el paisaje natural en un escenario lleno de significado, donde los árboles se convierten en lienzos que narran historias a través del arte. Este recorrido no solo atrae por la belleza del entorno, sino también por la posibilidad de descubrir uno de los paisajes más especiales del País Vasco.

Kortezubi, situado a escasos kilómetros de la histórica villa de Gernika, es el punto de partida de esta travesía circular. A pesar de ser un itinerario de dificultad moderada, es apto para todo tipo de público, incluidas familias con niños y mascotas, siempre que se sigan las recomendaciones de seguridad.

La Ruta de Bolunzulo: un recorrido lleno de magia

La Ruta de Bolunzulo, que transcurre por el Bosque de Oma, tiene una longitud aproximada de 7 kilómetros. Este sendero circular atraviesa paisajes boscosos y, si se desea, se puede prolongar unos kilómetros más para visitar el molino y su cascada, siguiendo las indicaciones dentro del bosque.

Es importante tener en cuenta que la ruta presenta algunos desniveles de hasta 769 metros, por lo que se recomienda llevar calzado adecuado y agua, ya que no hay fuentes en el camino. El recorrido comienza cerca de las Cuevas de Santimamiñe, desde donde se inicia una subida de unos 2,5 kilómetros hasta la entrada del bosque. Durante el trayecto, se pueden apreciar algunas de las obras más emblemáticas de Ibarrola, como el Arco Iris de Naiel, en honor a su nieto.

La ruta, circular y de unos 7 kilómetros aproximadamente, tiene dificultad moderada y es apta incluso para niños y mascotas

Los molinos de Bolunzulo, construidos en el siglo XVI y abandonados en el siglo XX, son testigos de un pasado lleno de actividad. Estos antiguos molinos, rodeados por la frondosa vegetación y la cascada que los acompaña, ofrecen a los senderistas un paisaje de ensueño que parece sacado de una película. Tras contemplar este rincón mágico, el sendero regresa al punto de inicio, completando así una de las rutas más impresionantes de la región.