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Córdoba no solo es una de las ciudades con mayor importancia histórica de toda España, sino que la antigua capital del califato también es uno de los lugares más fascinantes. Aunque la urbe tenga maravillas tan descomunales como la afamada mezquita, en la provincia también se pueden visitar preciosas localidades con una belleza inconmensurable. Un gran ejemplo de ello son los pintorescos pueblos de la Subbética Cordobesa, entre los cuales se encuentra la villa de Carcabuey.
Situada al sudeste de la provincia de Córdoba, casi siendo fronteriza con Jaén, Granada y Málaga, la localidad de Carcabuey no solo es una de las más increíbles de toda la región, sino que además es un verdadero paraíso rural. Sus casas blancas con tejados rojizos contrastan con el entorno en el que se enclava, así como con la inexpugnable fortaleza que domina el municipio desde lo alto de un cerro.
Carcabuey y su castillo en el corazón de Andalucía
El origen del pueblo se remonta a la época romana en la Península Ibérica, aunque fue con la llegada de los musulmanes cuando comenzó a establecerse la localidad como tal. Muestra de ello es la impresionante fortaleza que se levantó en el siglo IX en un cerro y que domina el municipio desde la cima.
En dicha loma se han encontrado vestigios de hasta la Edad de Bronce (como una espada que se encuentra en el British Museum), pero fue con la presencia árabe cuando se erigió el castillo que se puede visitar hoy en día. Eso sí, tan solo siguen en pie algunos torreones de manera parcial y parte de la muralla.
Debido a su posición estratégica, el fortín de Carcabuey fue objeto de disputas entre musulmanes y cristianos, aunque tras la Reconquista se erigieron otros edificios en el recinto como la Ermita de la Virgen del Castillo, probablemente el primer templo católico de la localidad, como se afirma en el Portal de turismo de la Subbética. Desde todo el recinto fortificado se tienen unas vistas privilegiadas del entorno del pueblo, aunque para encontrar más maravillas hay que bajar al casco histórico.
Nada más descender del cerro en el que se erige el castillo nos topamos con una de las muchas iglesias de Carcabuey, la de la Asunción, cuyo origen no está esclarecido; eso sí, se sabe que mucha parte del aspecto actual data de los siglos XVII y XVIII. La Iglesia de San Marcos o la Ermita de Santa Ana también son dignas de visita, y es que entre las callejuelas adornadas con flores hay verdaderas joyas arquitectónicas.
Tras hacer una breve visita a su Museo Histórico, es hora de dejar las casas blancas y las balconadas adornadas para dirigirse fuera del centro urbano, aunque no hacia el castillo de Carcabuey, y es que la localidad se encuentra en un entorno natural tan privilegiado como es la Subbética Cordobesa. Por ello, no se puede visitar la villa sin pasar unas horas en los impresionantes parajes que la rodean.
El extraordinario entorno natural de Carcabuey
Desde la web de turismo de la Subbética se recomiendan hasta seis rutas de senderismo para recorrer si te encuentras en Carabuey. La primera de ellas es la de las Fuentes y los Manantiales, que se compone de tres caminos en los que atravesarás el precioso Puente Califal, erigido sobre el río Palancar. Tampoco te puedes perder senderos como el de la Luca o el de la Fuente Dura, entre muchos otros.
Aunque se encuentre en la provincia de Córdoba, se tarda más o menos lo mismo (una hora y cuarto) en llegar a Carcabuey desde la capital del califato que desde Granada. Si quieres conocer la localidad tras visitar la famosa mezquita, debes coger la A-45 hasta la altura de Lucena y luego la A-318. Si deseas ir desde la urbe nazarí, debes tomar la GR-43 y después hacer lo propio con la N-432 en Pinos Puente y la A-339 en Alcalá la Real.
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