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En el interior de España encontramos una gran cantidad de ciudades que suelen pasar más desapercibidas en lo que a turismo se refiere, pero que son un acierto si las visitamos. Uno de esos lugares más infravalorados es Cuenca. Aquí podemos descubrir sus famosas Casas Colgadas o la magia que guarda el Museo de Arte Abstracto Español que se encuentra en su interior. Y es en esta misma provincia donde podemos conocer otros pueblos encantadores.
Villanueva de la Jara está considerado como uno de los más bonitos. Este municipio situado al sureste de la provincia es más que conocido por su ser una tierra que cultiva a las mil maravillas los champiñones. Fue pionera en nuestro país, siendo la primera localidad que cultivó este hongo de forma profesional en los años 60. De hecho, puede producir anualmente cerca de cinco millones de kilos de champiñones. Su cultivo es un reclamo turístico, pero paseando por sus calles podemos descubrir otros puntos de interés.
Qué ver en Villanueva de la Jara
La Basílica de Nuestra Señora de la Asunción es uno de los edificios más visitados de Villanueva de la Jara. Este templo del gótico tardío fue construido sobre un castillo que era propiedad del Marqués de Villena. Está considerado como uno de los más bellos de la arquitectura religiosa de esta provincia. Es una sola nave que está dividida en cuatro tramos que están ocupados por siete capillas laterales, presbiterio en ábside poligonal, sacristía y sala capitular.
En el interior destaca el retablo del altar mayor. Fue realizado por el escultor Francisco Montllor. Tiene un estilo barroco y una estructura clásica donde el color dorado predomina en su totalidad.
El convento de Santa Ana quizá es el edificio más importante de Villanueva de la Jara. Fue en febrero de 1580 cuando Santa Teresa de Jesús llegó a este pueblo conquense junto a otras cuatro monjas y levantó otra Fundación. Este edificio tiene una gran dimensión que llega a ocupar toda una manzana. Posee un claustro con jardines y huertos en su interior.
Otro lugar de interés es el Ayuntamiento de este municipio, un edificio civil que data del siglo XVI y situado entre medianerías, justo en el centro de la Plaza Mayor. Su estilo es renacentista, tiene planta rectangular, un saliente en su parte posterior, cubierto a dos aguas y tiene adosada una torre campanario en un extremo.
También en la plaza podremos encontrar Villa Enriqueta, un palacete con tres alturas que combina de forma perfecta el modernismo y el arte neo-mudéjar. De esta manera, crea una fachada decorada y terminada en un ático con forma de mirador. Se construyó en 1899 tras la orden de Jesús Casanova para que fuese su vivienda privada. En la Guerra Civil se utilizó como hospital militar.
Y por último, la posada Massó situada en uno de los laterales de la Plaza Mayor. Su construcción corrió a cargo de Juan Naranjo. Este lugar se utilizó como un albergue de arrieros y caballerizas. Es una construcción renacentista que se alzó con materiales como la madera, la cal, el barro, el ladrillo y el adobe. Su estructura recuerda a las casas manchegas tradicionales.
La muralla árabe, la iglesia del Carmen, la Casa Señorial, el Rollo de Justicia, el lavadero o la ermita de San Antonio Abad, son otros de los lugares en los que se debe hacer una parada si vistamos Villanueva de la Jara.
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