La isla de Europa en la que todavía es verano: la gente se baña en sus playas a más de 20 grados

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Aunque el verano hace mucho que terminó, nunca está demás descubrir un destino de playa donde olvidarse un poco del frío otoñal.

Hay quien se viene abajo cuando termina el verano. Volver a la rutina, a los días cortos, las bajas temperaturas no es para todo el mundo. Incluso si eres de los que adora el frío, es normal que a veces busques un respiro en zonas más cálidas. Y es que, por mucho que digan, la playa no solo es para el verano. Octubre, noviembre o diciembre no son exclusivamente para viajar a destinos de nieve para esquiar o a casas de piedra con chimenea en pueblos de interior.

Todavía hay islas en Europa en las que las temperaturas permiten al viajero bañarse en sus hermosas playas. En las que ese frío helador que cala hasta los huesos aún no ha llegado y es probable que nunca llegue. Porque en estos paraísos, el frío es casi un mito e ir a la playa durante todo el año es más que posible, incluso los días de lluvia. Un pequeño oasis emerge en el océano Atlántico, entre España y Costa Rica, repleto de prados, bosques, ríos, playas volcánicas y cascadas.

Un paraíso europeo

Son las islas Azores, un archipiélago portugués que más de una vez queda olvidado, pero que tiene mucho que ofrecer. Aquí las temperaturas en noviembre sobrepasan los 20 grados y es más que habitual ver a los locales en pantalón corto todavía durante el otoño. La naturaleza se sobrepone a cualquier otro estilo de vida y visitar esa zona a tan solo cuatro horas de España en avión es una apuesta segura. Desde su capital en Ponta Delgada hasta Sao Miguel, la principal de sus nueve islas.

El paisaje, la cultura y la gastronomía priman por encima de todo y cada una de sus islas tiene un encanto único, pero nos centraremos en sus playas. De arena blanca y negra, de rocas, entre pequeñas ciudades, abrazadas por un acantilado... Las hay para todos los gustos y colores y, si no eres de bañarte, en estas playas encontrarás un destino maravilloso para relajarte en noviembre, pues las panorámicas que ofrecen son de las más bonitas del mundo; aunque también para practicar deportes como el snorkel.

Las mejores playas de las Azores

De aguas tranquilas y con una excelente ubicación, destaca Porto Pim en la isla de Faial. Enmarcada entre el Monte Queimado y el da Guia, es una de las únicas playas de sistema dunar y con arena en todo el archipiélago. Está rodeada por murallas defensivas a través de las que se llega a los cafés y bares del centro. En la isla de Santa María las mejores son las de Formosa y Sao Lorenzo. La primera de arena dorada y aguas claras y poco profundas y la segunda entre acantilados donde se cultivan viñedos y con una pequeña piscina natural.

La isla de Terceira, la tercera que se descubrió del archipiélago, tiene una playa protegida por un puerto deportivo y los edificios históricos de la ciudad, la Playa de la Vitoria, la mayor playa de arena de las Azores. Huyendo de la arena, nos topamos con la Playa de Mosteiros en Sao Miguel, que recibe ese nombre porque una de las formaciones rocosas más grandes de la zona se asemeja a un monasterio o iglesia. Y en Sao Jorge destaca la Faja de Santo Cristo, de cantos rodados e ideal para los amantes del surf.

Aunque la más remota y podría decirse que interesante es la Playa Faja Grande en Flores. Está rodeada de una naturaleza tan exuberante que hace que los bañistas olviden incluso que están en el planeta Tierra. Atrae sobre todo a deportistas que practican surf, snorkel o buceo, pero también a los amantes de la naturaleza y observadores de aves. Así que, seas o no de bañarte, si te gusta disfrutar de un buen destino de playa más allá del verano, esta isla europea es tu lugar.