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La tradición de los mercadillos navideños es uno de los eventos más esperados del año y también una de las tradiciones más antiguas y emblemáticas de algunos países del centro de Europa. Hoy visitamos algunos de ellos, los más antiguos, para entrar en contacto con la parte más fascinante de esta tradición.
Sin comerlo ni beberlo, la Navidad se ha convertido en la fiesta más esperada del año. Ya a mediados de octubre, muchas ciudades empiezan a decorar las calles con luces que no se encenderán hasta finales de noviembre. Las tiendas y los negocios se montan en la ola de las fiestas, creando un ambiente invernal en las ciudades sin ni siquiera haber esperado el final del otoño. Esta anticipación ya se ha normalizado, y ornamentos y guirnaldas quedan suspendidos en el aire sin pena ni gloria durante meses hasta que llega él, plantándose en la plaza principal y dando comienzo a los días de Adviento.
Por si aún no ha quedado claro, se está hablando del mercadillo navideño, que se ha convertido en uno de los principales eventos para los locales y parada obligatoria para turistas de todo el mundo. Estos lugares reúnen lo mejor de la tradición propia de cada sitio con la universalidad de la Navidad, es decir: son cercanos y, al mismo tiempo, únicos. Una tradición que comenzó en Europa central y que hoy ha llegado a cientos de ciudades del continente europeo. Para algunos, más que un lugar entrañable, es el pistoletazo de salida para las fiestas. La señal de que la magia, un año más, ha vuelto para invadir las calles.
La historia de los mercadillos navideños
Aunque pueda parecer contraproducente, el origen de esta tradición no tenía nada que ver con la Navidad. Más bien era una forma de proveer lo necesario a los habitantes de un lugar para sobrellevar bien el invierno. Esta era la función del Dezembermarkt de Viena, el primer antecedente de los mercadillos que data del siglo XIII. Sin embargo, no sería hasta el año 1384 cuando la apertura del mercado de Sajonia, al principio enfocado en la venta de carne, fue poco a poco tomando sentido navideño.
Es por eso que la historia de los mercadillos está inevitablemente ligada a Alemania y también es la razón por la que son tan especiales. La influencia de la reforma protestante, en la cual se proponía el 25 de diciembre como la noche para intercambiar regalos, hizo que el Dezembermarkt pasase a ser el Christmarkt, el mercado de Navidad.
Los mercados navideños más emblemáticos de Europa
Como no podía ser de otra forma, la capital austriaca tiene fama de albergar en sus calles los mercadillos más tradicionales de Europa. De hecho, la entrada de varios metros de la Rathausplatz compone una imagen que inevitablemente se asocia con la magia de estas fiestas. Este es un lugar perfecto para comprar regalos únicos hechos por artesanos y probar la comida tradicional de la región, con su cálida iluminación como telón de fondo.
No muy lejos de allí, se encuentra Aldea Navideña en la Maria-Theresien-Platz, con más de 70 puestos dedicados a la artesanía tradicional. Un lugar perfecto para comprar regalos. En Viena, quitando las excepciones, los mercadillos están abiertos desde el 15 de noviembre hasta el 26 de diciembre, es decir, las semanas previas a la Navidad.
En Núremberg se encuentra uno de los mercadillos más famosos de Alemania y también es de los más antiguos. La que fue la capital del reino de Baviera, alberga un evento con más de 180 puestos de madera en los que se puede encontrar de todo, desde pan de jengibre picante de Nürnberg, panes de fruta y otros dulces, pesebres, árboles de Navidad, velas, artesanía, juguetes hasta las famosas figuras de personas hechas con pasas de ciruela, los llamados Plums. Su tamaño y vitalidad hacen que parezca un pueblo dentro de una ciudad. El Christkindlesmarkt -ese es el nombre del mercadillo- se puede visitar del 29 de noviembre hasta el 26 de diciembre.
Uno de los problemas para decidir cuál es el mercadillo más antiguo de Europa. Esta tradición, que se originó en el centro de Europa, se fue propagando por pueblos y ciudades, adaptando la cultura y las tradiciones propias de cada lugar. Se dice que el mercadillo de Navidad más antiguo es el que se encuentra en Estrasburgo, Francia. Este mercado se remonta a 1570 y, con sus más de 4 siglos de historia, se dice que es una de las capitales de la Navidad. En total, cuenta con 300 casetas, entre fachadas de edificios decoradas con luces. Se puede visitar del 25 de noviembre hasta el 31 de diciembre.
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