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viajamos hasta Indonesia para descubrir una isla que cuenta con 45 volcanes activos, 20 cráteres y diversos conos volcánicos.
Casi como un mandala visto desde el aire se extiende Borobudur, el templo budista más grande del mundo. Una joya que nos permitirá acercarnos al éxtasis visual si lo contemplamos cuando los primeros rayos del sol iluminan las estupas y estatuas de Buda, creando una atmósfera lisérgica.
Viajamos hasta Indonesia para visitar una isla que, si bien no goza de la creciente fama de Bali, sí puede competir en belleza y espectacularidad con ella. Bienvenidos a Java, paraíso volcánico y espiritual.
El templo de Borobudur: maravilla arquitectónica y espiritual
Uno de los mayores atractivos de Java es, sin duda, el templo de Borobudur. Construido en el siglo IX, constituye el monumento budista más grande del mundo. Rodeado de verdes campos de arroz y colinas, formar parte de la Lista de Patrimonio de la Humanidad desde 1991.
Construido en los siglos VIII y IX, permaneció enterrado hasta el siglo XIX. Durante el descubrimiento, bajo la estupa de la cima apareció una urna metálica que, según cuenta la leyenda, albergaba los restos de Buda, exhumado en la India en el siglo III a. C. Desgraciadamente, es algo que nunca se podrá comprobar, puesto que el relicario desapareció como el ‘Corazón del Mar’, cuando se sumergió en las profundidades marinas tras el hundimiento del Titanic.
Borobudur cuenta con 2.500 metros cuadrados en los que podemos contemplar más de 500 estatuas de Buda. El edificio comprende tres niveles: una base piramidal con cinco terrazas cuadradas concéntricas, una parte central en forma de cono truncado con tres plataformas circulares y un remate formado por una monumental estupa.
Las paredes y las balaustradas ofrecen bajorrelieves que muestran tanto mantras budistas como aspectos de la vida cotidiana y, en la cima, las estupas perforadas albergan estatuas de Buda, simbolizando la perfección espiritual.
Consejos prácticos para visitar Borobudur
Si tienes la suerte de viajar a java y quieres descubrir Borobudur es imprescindible un buen madrugón. Conviene comprar las entradas con antelación, vestir ropa cómoda (no te olvides del protector solar) y contratar un guía para que la experiencia sea de lo más enriquecedora.
Los volcanes de Java: aventura y paisajes sobrecogedores
Java también es conocida por su cordillera volcánica, hogar de algunos de los volcanes más icónicos del mundo. Realizar senderismo, hacer fotos hasta que no quede capacidad en el móvil y observar paisajes impresionantes son actividades que reconcilian a cualquier viajero con la vida.
El monte Bromo, parte del Parque Nacional Bromo Tengger Semeru, es famoso por sus paisajes lunares y su actividad constante. Conviene prestar atención a las recomendaciones de organismos oficiales antes de visitar la zona. Y, si todo está en orden, hay que subir al mirador de Penanjakan para ver el atardecer y disfrutar de la opacarofilia en estado puro.
El volcán Kawah Ijen también es otro de los lugares imprescindibles de Java. Conocido por su laguna ácida de color turquesa te permitirá descubrir el fenómeno del fuego azul, que solo se puede observar durante la noche o las primeras horas de la mañana.
El monte Merapi, cercano a Yogyakarta, es conocido por su actividad constante. Y, aunque es uno de los volcanes más peligrosos de Indonesia, también es un destino muy popular para los amantes del senderismo. Desde su cumbre, se pueden apreciar vistas panorámicas de toda la isla, incluyendo otras cumbres volcánicas y un mar de nubes que se extiende hasta el horizonte.
Más allá del templo de Borobudur y sus volcanes, Java ofrece una riqueza natural que merece ser explorada. También es un edén para los más urbanitas, con ciudades como Yogyakarta o para los amantes de las playas paradisiacas, que tienen en Pangandaran su paraíso particular.
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