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Escondido entre los bosques del estado de Renania-Palatinado, en Alemania, se encuentra el castillo de Eltz, uno de los más bonitos y mejor conservados del mundo.

Es en el corazón de un bosque virgen, sobre una colina y enterrado en lo más profundo de un valle donde se alza uno de los secretos mejor guardados de Alemania. No es Hogwarts ni el hogar de Drácula. De hecho, es más impresionante y bonito que ambos. Se trata del castillo de Eltz.
Construido en el siglo XII, esta construcción escapada de un cuento con ocho torreones, saledizos de madera, patio interior y tejados puntiagudos fue descrita por el historiador del arte Georg Dehio como “el arquetipo de castillo”. Además de ser la muestra perfecta de su categoría, esta joya arquitectónica ha sobrevivido intacta durante nueve siglos, ajena al paso del tiempo y a las muchas guerras que han arrasado Europa durante su larga vida. No es solo un prodigio visual: es también una rara avis histórica.

La historia del castillo de Eltz
La historia documentada del castillo comienza en el año 1157. El castillo fue levantado en una ubicación estratégica que previamente había sido escogida por celtas y romanos, asegurando el camino que va desde el río Mosela, cruzando Maifeld, hasta las montañas de Eifel. Durante sus dos primeros siglos perteneció al señor de Eltz –de ahí su nombre–. En 1336 Balduino de Luxemburgo, príncipe elector de Tréveris, instaló farallones, dispositivos de asalto de última generación, en torres cercanas al castillo creadas ad hoc. Solo entonces lograron doblegar su voluntad. Desde entonces ha pertenecido a la misma familia.
Una arquitectura de cuento
Poner un pie en el castillo de Eltz equivale a entrar en el decorado de una película de Disney. Paredes entramadas, mampostería y torreones de hasta 35 metros de altura se integran en el bosque y se convierten en el punto focal del paisaje. A su alrededor, 300 hectáreas de bosque forman una reserva natural de la Red Natura 2000, un distintivo europeo que señala zonas especialmente protegidas por su rica biodiversidad. Aquí el silencio se impone y la naturaleza –particularmente las aves que graznan alrededor del castillo– tiene la última palabra.

Un viaje al pasado
Las visitas guiadas al castillo recorren nueve siglos de historia y arquitectura, desde la Edad Media hasta los inicios de la época moderna. El mobiliario original sigue en pie, junto con una excepcional colección de armas antiguas, objetos cotidianos y obras de arte de importancia regional, nacional y europea.
Hay una estancia que hará las delicias de los amantes de la historia. Hablamos de la Sala del Tesoro. Esta suerte de gabinete de curiosidades alberga una de las colecciones privadas más prestigiosas del mundo, con más de 500 piezas que abarcan nueve siglos. Joyas, cristalería, finísima porcelana, curiosidades y una excepcional muestra de orfebrería procedente de talleres de ciudades como Augsburgo y Núremberg son uno de los principales atractivos del castillo.

El castillo de Eltz en el arte
Cómo llegar al castillo de Eltz
Aunque parece haberse escapado de entre las páginas de una novela histórica, hemos comprobado que es posible llegar hasta el castillo de Eltz por tierra firme. La mejor manera de hacerlo es acercarse en tren, que atraviesa el valle del Mosela. Ya en Moselkern, existen rutas de senderismo que conducen al castillo a través del bosque. Y, una vez frente a su imponente silueta, garantizamos que te sentirás como un protagonista más de su historia.
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