La playa más desconocida de España: sin gente, perfecta para Semana Santa y rodeada de una joya natural única en el mundo

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Disfruta de una experiencia auténtica y única para la próxima Semana Santa.

Con la Semana Santa a la vuelta de la esquina y después de días y días de precipitaciones sin cesar en toda España, lo que apetece es encontrar un lugar donde nos aseguremos algo de calorcito y pocas lluvias. Según la web de El Tiempo, nos esperan unas temperaturas dentro de lo normal para estas fechas y algo más cálidas en los archipiélagos, aunque en Baleares habrá lluvias.

En Canarias parece que no lloverá, por lo que se postula como un destino perfecto para esta Semana Santa. Es un lugar de vacaciones idóneo para los que buscan sol y playa en cualquier época del año, incluso unos meses antes de que llegue el ansiado verano. Es por eso que muchos viajeros buscan destinos costeros en las vacaciones primaverales. Y en España tenemos muchos de ese tipo.

Para este 2025 -y cualquier otro año venidero-, una de las mejores opciones se ubica en la isla de Lanzarote. Allí existe una playa desconocida, de arenas blancas y aguas transparentes y cristalinas. Un auténtico oasis donde olvidarnos de todas esas lluvias que a veces acaban opacando unas vacaciones perfectas. Se trata de la Playa del Bajo Risco, y es una joya por descubrir en Canarias.

Cómo llegar y disfrutar de la playa

Bañada por el océano Atlántico, esta preciosa playa se encuentra a los pies del acantilado de Famara y está protegida por un acceso complejo gracias al cual está prácticamente desierta durante todo el año. Pero no hay nada por lo que preocuparse, ya que es más que posible llegar hasta ella después de una pequeña caminata entre paisajes alucinantes. Por lo que puede ser parte de la aventura.

Una de las opciones para alcanzar nuestro destino es saliendo del pueblo de Yé y siguiendo el sendero de Los Gracioseros. Serán unos 40 minutos de recorrido hasta llegar a un camino que desciende la ladera del acantilado, desde donde avistar el archipiélago Chinijo y la isla La Graciosa. También se puede acceder en barco desde Órzola o La Graciosa, y contemplar otra perspectiva.

Una vez se alcanza la Playa del Bajo Risco, podemos disfrutar de un entorno lleno de magia, en absoluto silencio y escuchando tan solo el ruido de las olas. Las aguas son tranquilas y suele ser un ambiente ideal para nadar en calma. Así como para investigar los alrededores siguiendo senderos, buscando calas o formaciones rocosas para sacar la fotografía perfecta de unas vacaciones ideales.