sábado, 1 de marzo de 2025

Valles glaciares y paisajes de infarto: un paseo por la sorprendente Suiza portuguesa

CanalViajar 

Sentimos de lleno la esencia de esta joya de la Serra da Estrela.

Es uno de los lugares más escénicos de Portugal.

Una pequeña localidad situada en la región central de Portugal, en el corazón de la Serra da Estrela, viene enamorando a propios y extraños por su impresionante paisaje montañoso, sus vistas y su atmósfera alpina.

Así se ve la zona de Loriga, en Portugal.

Conocida por su belleza natural, Loriga es un destino ideal para quienes buscan un lugar tranquilo, rodeado de montañas, ríos y una rica vegetación.

Uno de los mayores atractivos de la Serra da Estrela

El valle glaciar de Loriga es una de las formaciones geológicas más impresionantes de la Serra da Estrela y uno de los rincones más emblemáticos de Portugal por su belleza paisajística. Un impresionante entorno natural resultado de la actividad erosiva del hielo a lo largo de miles de años y que ha dado como resultado un escenario sublime de vertientes rocosas.

La presencia de arroyos de aguas cristalinas ha dado igualmente una justa fama a este entorno. La playa fluvial de Loriga, considerada una de las mejores de toda Portugal, es una joya abrigada por los relieves circundantes de la Serra da Estrela. El conjunto de piscinas de piedra integradas en la naturaleza recoge el agua de manantial que baja de las montañas y ofrece a quien llega hasta este punto un bello paraje encajonado en épocas frías y un excelente lugar de baño cuando el calor hace acto de presencia.

Curso del agua a su paso por Loriga.

El clima particular de Loriga provoca inviernos fríos y nevados, lo que, unido a la altitud de las montañas en este punto de la sierra, con alturas significativas para el país luso, ha llevado a que la localidad de Loriga, ubicada a 700 metros de altitud y rodeada de un anfiteatro rocoso espectacular, se conozca popularmente como “la Suiza portuguesa”.

De la lana al turismo

La población de Loriga se encuentra ubicada en un lugar perfecto desde el punto de vista paisajístico. Su situación en el valle, rodeada por montañas de considerable altitud – la Penha dos Abutres y la Penha do Gato ascienden alrededor de 1800 metros sobre el nivel del mar -, la convierten en una bella postal que en invierno se pinta de blanco haciéndonos pensar que nos encontramos en los Alpes suizos. Una belleza que puede ser contemplada desde varios miradores.

Vista del glaciar de Loriga.

Pero Loriga no es solo un lugar pintoresco de casas rústicas adaptadas al clima montañoso para soportar las nevadas invernales, también tiene un profundo vínculo con la tradición. La vida en la localidad sigue siendo mayormente rural, con agricultores y ganaderos que mantienen de cierta manera vivas las prácticas ancestrales, como ocurre con el pastoreo, actividad icónica del antiguo pasado de esplendor que vivió la población gracias a una industria textil basada en la tradición lanera y que, aunque se extinguió durante el siglo XX, permanece como un acervo de gran arraigo aquí debido a que supuso el principal sustento de muchas familias durante siglos.

Esta freguesía del distrito de Guarda puede presumir no solo de un paisaje espectacular y de un entorno natural envidiable, sino que también lo hace de una dilatada historia que se prolonga hasta antes de la época romana y unas costumbres y tradiciones seculares que se han mantenido a pesar del paso del tiempo y el declive de muchos espacios rurales, por lo que se presenta como una opción completa para visitar del centro de Portugal.

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