### Esta Llegando el Gran día las Ones del Port pronto Saldrán ###

Un Admirador que disfruta esos Días de su Barrio 

En la Barceloneta, cuando el sol acaricia con sus cálidos rayos las calles y el aire se llena de risas y música, se respira una magia especial: ¡es tiempo de fiesta! Cada año, en la segunda Pascua, el corazón del barrio late con más fuerza, y es que la celebración no podría ser la misma sin las animadas Collas, esos grupos entrañables compuestos por hombres y mujeres dispuestos a llevar alegría a cada rincón.

Entre ellos, destacan las Ones del Port, un grupo de mujeres simpáticas, divertidas y que esos días se transforman que han convertido su presencia en el alma de esta festividad. Su energía es contagiosa; con sus trajes coloridos y sonrisas radiantes, logran levantar a todo el vecindario de sus camas. Desde los más pequeños hasta los más grandes, todos caen rendidos ante el encanto de estas intrépidas bailarinas.

Mientras recorren el barrio, los ritmos vibrantes que emanan de las calles hacen que nadie se quede atrás. Los vecinos, tentados por el bullicio, abren las ventanas, asoman curiosos y, poco a poco, se dejan envolver por la atmósfera festiva. Las Ones del Port, al frente, guían la comitiva con sus divertidos bailes y exclamaciones llenas de alegría, creando un torrente de felicidad que arrastra a todos a unirse a la celebración.

Cada paso dado es un homenaje a la comunidad, un grito de unión que resuena en cada baldosa de la Barceloneta. La fiesta se convierte en un viaje en el que los recuerdos familiares se entrelazan con nuevas amistades, donde la risa y la música se funden en una sola melodía, y donde, por un día, el barrio se transforma en un escenario deslumbrante de convivencia y amor.

Así, entre aplausos y risas, la tradición se mantiene viva, y el espíritu de la Barceloneta brilla con una intensidad inigualable. En esta festividad, donde el corazon del barrio se siente más vivo que nunca, todos son protagonistas de una historia que, año tras año, se narra en cada rincón. ¡Viva la fiesta, viva la Barceloneta!