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Una buena visita a Alicante no puede darse por concluida sin comer en esta calle que hará que se haga la boca agua.

La Comunidad Valenciana es reconocida a nivel mundial por su gastronomía mediterránea, en la que cabe destacar la mítica paella. Aunque la capital, Valencia, muchas veces se lleve el protagonismo culinario, Alicante también cuenta con una alta calidad entre sus platos. Entre ellos despuntan los elaborados a base de arroz, pescados y mariscos del Mediterráneo, legumbres y hortalizas. Además del turrón, por supuesto.
Arroz a banda, arroz con costra, paella alicantina, gachamiga o mojama de atún acompañados de una buena mistela son elaboraciones que deben degustarse en una visita a Alicante. Concretamente, en la calle San Francisco, donde mejor se come y a lo largo de la cual se articulan más de veinte locales donde picar algo a cualquier hora del día. En solo 350 metros. La conocida como Calle de las Setas es también la más fotografiada de la ciudad.

Las esculturas que otorgan el sobrenombre a la calle se instalaron en el año 2013, no exentas de polémica. Pero rápidamente se convirtió en uno de los puntos más visitados y populares de Alicante. Antes de que la alcaldesa de entonces, Sonia Castedo, lograra peatonalizar la calle apenas había bares o restaurantes, pero poco a poco se fue dando forma a lo que vemos hoy. Ahora, más de diez años después, está dividida en dos zonas principales.
Los mejores bares y restaurantes de la Calle de las Setas
La primera ocupa de la calle Castaños a la plaza Portal de Elche y cuenta con unos diez locales de diferentes procedencias: La barrita, Sagasta 11, Chipén o El llagostí, de cocina mediterránea; Bellaterra o Da Ciro de estilo italiano; Tandoori, de gastronomía hindú; o No mames wey y Taco Taco de comida mexicana. La segunda zona va de la calle Castaños hasta la plaza de Calvo Sotelo, con más o menos la misma cantidad de locales.
Los dos más famosos son Chico Calla y EL XÉ QUE BO!. El primero ya es una franquicia, y ofrece platos como ensaladilla de merluza, crujientes de pollo o pulpo ahumado, además de montaditos, ensaladas o tostas. El segundo, por su parte, cuenta con croquetas de la yaya elaboradas con los restos del cocido del bar Astorga o patatas bravas del Levante. En Vino y Más, el comensal puede deleitarse con los bocados más selectos, como una tabla de quesos o una ración de sepia.
Otros locales que también merecen la pena son El garaje Bar, que ofrece tapas, minihamburguesas y cerveza; el restaurante griego Kalamitsi; el César Anca, con tapas creativas, arroces, platos a la parrilla y vinos españoles; o el L'arruzz Alicante, especializado en arroces, fideuás y arroces melosos. Y para los que adoran terminar con un bocado dulce, La neu y Un amor de bombón ofrecen deliciosos helados, y Salt N Cake postres de estilo americano.
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