La sorprendente ciudad de Bélgica a la que se puede llegar en bici o en barco desde Brujas

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Cuando se trata de hacer una escapada a un destino mágico, Gante y Brujas, con sus canales y casitas de cuento, se cuelan siempre entre las principales opciones para los viajeros de España. Si eres uno de los que tienen previsto viajar a esta última ciudad belga, te aconsejamos que completes la experiencia acercándote a Damme, otra ciudad de postal donde apenas te cruzarás con turistas y con precios algo más baratos. 

Canal que conecta la ciudad de Brujas con Damme, con partes de recorrido flanqueadas por álamos, algunos con cien años de antigüedad.

Una de las mejores formas de llegar a esta encantadora villa medieval es navegando por el canal que une Brujas con Damme, pero también tienes la opción de hacerlo a la manera local recorriendo en bicicleta los ocho kilómetros que separan ambas ciudades. Durante el trayecto, que sigue el curso del canal y es todo plano, se puede disfrutar de los verdes y bucólicos paisajes de la campiña belga, donde no faltan las granjas, los molinos de viento y las fotogénicas vacas.

Pequeña en tamaño y rica en historia

Damme, uno de los lugares más bonitos de Bélgica.

Una de las cosas que más te van a sorprender al llegar a Damme es descubrir cómo puede albergar tanto patrimonio y tan interesante en un espacio tan pequeño. Conectada por un canal con Brujas (epicentro del comercio mundial durante la Edad Media), esta localidad de la campiña belga funcionaba como su puerto exterior y de ahí la gran prosperidad que alcanzó entre los siglos XII y XIV, llegando también a tener un lugar prominente en la ruta de comercio con la Venecia del Norte.

Un destino muy relacionado con la literatura

La Grote Markt o Plaza del Mercado es su centro neurálgico y está presidida por la estatua de Jacob van Maerlant, poeta flamenco medieval que vivió y escribió algunas de sus principales obras en esta localidad. Junto con Tijl Uilenspiegel (personaje legendario de la literatura centroeuropea) es responsable de que a Damme se la conozca como "el pueblo de los libros". Por cierto, que si te coincide en fecha también podrás disfrutar del mercadillo de libros que se celebra todos los segundos domingos de cada mes.

Qué ver en Damme

Fachada del Museo dedicado a Tijl Uilenspiegel.

La presencia de Jacob van Maerlant la percibirás no solo en la plaza  principal, el poeta tiene también una calle con su nombre que sale de la plaza del Mercado. En ella se encuentran algunas de las casas de mercaderes más bellas de Damme, como la que acoge al museo de Tijl Uilenspiegel, que te recomendamos visitar para saber algo más no solo de este personaje que recuerda un poco a nuestro Lazarillo de Tormes, también de los orígenes de la ciudad y su interesante historia.

El Stadhuis o Antiguo Ayuntamiento 

La iglesia gótica de Nuestra Señora con su magnífico campanario visible desde toda la localidad.

El Stadhuis es el edificio principal y el más llamativo de la plaza del Mercado. De origen gótico (siglo XV) y construido sobre el antiguo ayuntamiento del siglo XIII, hoy acoge a la oficina de información turística. Pero además de ver monumentos, uno de los mejores planes es deambular por las calles medievales de alrededor que conducen a la iglesia de Nuestra Señora. Te aconsejamos subir a su torre campanario (que seguro habrás visto sobresalir al acercarte a la localidad). Desde lo alto disfrutarás de la mejor panorámica de la ciudad y su entorno.

Otro de los lugares de interés es el museo y antiguo Hospital de San Juan, que recuerda bastante al que hay en Brujas con el mismo nombre. Este edificio de estilo gótico, que cuenta con objetos, muebles y obras renacentistas y góticas referentes a la historia de la ciudad, tiene también una impresionante capilla barroca. Fue un lugar de acogida de huérfanos y personas sin recursos.