El pueblo cántabro que soñó con tener un Papa: un desconocido para el turismo y uno de los más bonitos de la comunidad

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Este rincón tan bonito de Cantabria recibió en 2017 la visita del cardenal que pudo haber sido Papa. Desconocido para el turismo, nos encontramos ante uno de los lugares más bonitos de toda la comunidad.

Está claro que Cantabria recibe el nombre de “infinita” por muchos motivos. Puede ser por su belleza, o por sus pueblos, aunque mucha gente dice que se debe a su naturaleza, otros a su gastronomía, y yo... Yo creo que es todo esto lo que hace que Cantabria sea infinita. Me he dado cuenta a lo largo de los años que las personas que viven en aquí a veces cometen el error de darla por sentada, y ya conocemos todos el dicho: no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Esto ocurre cuando los cántabros abandonan sus queridas tierras para buscar otros lugares u oportunidades, en los que siento deciros que jamás encontrarán un verde tan puro como el de la tierruca.

Sin embargo, también quiero hablar hoy de otro tipo de personas: los que nunca han estado en Cantabria, y pasando un par de días ya sienten que han llegado a casa. Algo así debió de sentir Luis Antonio Tagle, el cardenal filipino que este año ha saltado a la palestra por tener todas las papeletas para convertirse en el nuevo Papa. Y con esto último te estarás preguntando, ¿que tendrá que ver este cardenal con un pueblo cántabro? Pues estás a punto de descubrirlo. Hagamos un viaje rápido al pueblo que soñó con tener un Papa, una historia llena de fe y mar, mucho mar.  

Filipinas, un posible Papa y un pueblo cántabro, ¿la combinación perfecta?

Tierra verde, la fuerza del viento del norte, la bravura que viene del mar cantábrico y de telón los bellos Picos de Europa: así es el paisaje que vas a poder ver si decides visitar este pueblo. Puede que parezca que hemos llegado a otro pueblo más del norte, sin embargo, estamos antes uno de esos lugares cuya historia acaba atrapando antes que algún edificio o monumento. Pasado Suances, municipio al que pertenece este pueblo, y muy cercano al mar, encontramos el pueblo de Tagle, desapercibido por el turismo hasta que, meses atrás, uno de los cardenales favoritos para ser Papa aparecieses en los diarios portando el mismo apellido que el pueblo cántabro.

No fue una sorpresa para Tagle, ya que sus 500 habitantes habían tenido la suerte de conocer a este carismático cardenal filipino en 2017. Esta curiosísima historia da comienzo cuando el párroco del pueblo, Don Baldomero, decide escribir un correo para invitar al cardenal a visitar el lugar del que probablemente procede, debido a la coincidencia del apellido con el del municipio.

Para aclararnos todos antes de seguir con la historia: durante la colonización que realizó España a Filipinas, que duró unos tres siglos, hubo un gran intercambio de culturas y tradiciones, pero sobre todo de personas. Muchos aprovecharon para ir a Filipinas a establecer sus negocios y ganar más dinero — muchos norteños ya habían experimentado éxito en este ámbito en las Américas —. En el caso de Tagle, se ha descubierto que su abuelo paterno, Florencio Tagle, contaba con ascendencia española, pero era originario de Inmus, Cavite, una ciudad en Filipinas.  

Volviendo a la historia, el párroco Baldomero siguió con su vida pensando que en ningún momento recibiría respuesta del cardenal, que por aquel entonces había sido elegido presidente de Caritas Internationalis. Pero tras unos días de incertidumbre, un número muy largo llamó al párroco. Este, pensando que era del hospital o de algún tipo de empresa, cogió el móvil con recelo. La voz de Luis Antonio Tagle llegó con fuerza desde Manila: había recibido el correo electrónico y le encantaría ir a ver Tagle con sus 22 familiares para conocer los orígenes de su apellido.  

Os podéis imaginar la que se montó en Tagle. Los preparativos empezaron para recibir como Dios manda a la familia de Tagle. Había que buscar alojamiento para todos ellos, y el pueblo se volcó en ello. Prepararon la iglesia para que todo el mundo pudiese ver al cardenal en la homilía, y el pueblo se convirtió en una fiesta familiar durante los días que allí estuvo Luis Tagle. Varios medios recogieron lo que sintió el cardenal al ver el cartel del pueblo: una emoción pura. Se bajó para ver las letras metálicas, y volvió a casa cómo si nunca se hubiese ido. Ya os he advertido que Cantabria atrapa incluso a aquellos que no la han visto nunca.

Todo lo que debes ver en Tagle 

Aunque el pueblo de Tagle es pequeño, hay bastantes rincones que hacen de él un pueblo grande. Mucha gente de Suances escoge el pueblo para pasar un día inolvidable de playa. El pueblo tiene una playa natural única en la zona, que suele ser la favorita de los surferos y los que buscan un rincón sin muchas aglomeraciones. Es una cala pequeña, con arena blanca y una piscina natural. 

Aunque el pueblo no es medieval, ni tiene calles empedradas, no creas que por ello es menos bonito. Es un pueblo cántabro, salpicado por el mar. La iglesia de San Pedro, en el municipio, fue el lugar que visitó el cardenal Tagle con más cariño.  

No puedes dejar escapar la oportunidad de probar algo de típico de la gastronomía cántabra. Aunque empiece a apretar el calor, en Cantabria te aseguro que sigue habiendo una temperatura más bien fría, así que un cocido montañas es bien recibido, sobre todo si el día es nublado. Si no te apetece, una cerveza con unas rabas van a saberte a gloria.