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Viajamos hasta el sur de Costa Rica para terminar de enamorarnos de este país.

Costa Rica nos atrae como un imán y no deja de estar entre los destinos preferidos de Centroamérica y de la región caribeña. En esta ocasión, precisamente, nos dejamos atrapar por esta última y nos encaminamos hacia la provincia de Limón, su referencia absoluta.

La cara más paradisíaca de Costa Rica
Hablar de Limón es hablar del Caribe. La provincia homónima abarca toda la costa caribeña del país y se erige como la poseedora de todos los grandes atractivos con los que cuenta el litoral bañado por las aguas del mar de las Antillas. Todo el extremo este del país es un paraíso tropical, un destino que invita, al mismo tiempo, a la exploración y a la relajación. Con su exuberante vegetación, playas de arena dorada y una cultura rica y diversa, Limón ofrece una experiencia única para los viajeros.
Aquí entran en simbiosis la belleza natural, la exuberancia y una gran variedad de especies de flora y fauna. No obstante, la provincia cuenta con el mayor porcentaje de tierras protegidas del país. Junto a ello, toda esta región es un auténtico crisol de culturas, con una fuerte influencia afro caribeña que se ve reflejada ampliamente en la música, la gastronomía y las tradiciones locales.
Su principal población también se llama Limón. Se trata de un área urbana muy extendida que se ha ido desarrollando al amparo de su importancia porteña. Sin embargo, y a pesar de albergar la base portuaria más importante de Costa Rica, es mucho más que eso, es una ciudad vibrante y llena de vida en la que se da una curiosa mezcla de influencias culturales que dan forma a su identidad.

Del puerto hacia la aventura
La ciudad de Limón es el punto tradicional de llegada de los visitantes a esta provincia caribeña y desde aquí parten a conocer algunos de los espacios y lugares excepcionales que guarda en toda su extensión. Muchos se ven atraídos, nada más llegar, por la cercana isla de Quiribí o isla Uvita, el primer punto del territorio costarricense donde tomó tierra Cristóbal Colón en su último viaje al continente en 1502 y que ha sido convertida, hoy en día, en Monumento Nacional.

Otros buscan las playas más paradisíacas, muchas de ellas en el litoral de los espacios protegidos con los que cuenta la provincia de Limón. Playa Cahuita, con sus aguas cristalinas y sus arrecifes de coral, dentro del Parque Nacional Cahuita, el litoral de Puerto Viejo de Talamanca – recurrente destino para los amantes del surf - o el del Refugio Nacional Gandoca-Manzanillo son perfectos para aquellos que buscan una experiencia de lo más idílica.


Otro plan imprescindible y que pone el broche de oro para muchos viajeros en la exploración de los espacios protegidos es recorrer el Sendero de Los Cativos, en el Parque Nacional Cahuita. Una ruta fácil, de poco más de dos kilómetros, que atraviesa los manglares mediante una pasarela de madera y que condensa perfectamente la esencia de todo su tramo costero.
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