Este pueblo pesquero está libre de turistas y tiene una de las mejores playas de España

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Las casitas pintadas O Barqueiro, dispuestas en forma de anfiteatro alrededor del puerto, forman una estampa que recuerda más a un cuadro impresionista.

Un pequeño y alegre pueblo emerge como uno de los secretos mejor guardados de la costa gallega. Se trata de O Barqueiro, un puerto situado en la orilla izquierda de la ría que separa las provincias de Lugo y La Coruña. Aquí el bullicio turístico brilla por su ausencia y presume de tener una de las playas mejor valoradas de España. 

El encuentro entre el Atlántico y el Cantábrico tiene lugar en el cabo de Estaca de Bares, el punto más al norte de la Península Ibérica y un gran observatorio de aves. Miles de aves sobrevuelan esta costa y la isla Coelleira, donde los restos de un antiguo monasterio templario les sirven de refugio secreto.

Las casitas pintadas O Barqueiro, dispuestas en forma de anfiteatro alrededor del puerto, forman una estampa que recuerda más a un cuadro impresionista que a una población realmente. Este rincón de la costa mantiene la esencia de la vida diaria gallega: los pescadores que faenan en las primeras horas y los restaurantes cercanos que sirven los frutos del mar recién capturados al mediodía.

El nombre de O Barqueiro rinde homenaje a los barqueros que, hasta principios del siglo XX, cruzaban el río Sor para transportar personas y mercancías entre ambas orillas. En 1901 se inauguró el puente metálico de 152 metros, conocido localmente como “A Vella Ponte”, que a día de hoy es exclusivamente peatonal.

Por otro lado, este desconocido lugar de Galicia goza de varias playas recónditas de arena fina y aguas claras que rara vez se ven saturadas en verano. Entre las más destacadas se encuentran las siguientes:

• Playa de Bares: algo más de 1,5 kilómetros de arena blanca, con aguas turquesas en contraste con la vegetación del fondo, aunque frías para los estándares sureños. 
• Vilela: se trata de una cala íntima de unos 300 metros de largo, accesible mediante escaleras y prácticamente sin turistas. 
• Arealonga: está considerado un auténtico refugio para aquellos que busquen el silencio y los paisajes vírgenes. 

Según un recorrido en coche por las Rías Altas, O Barqueiro se incluye entre las pequeñas villas que conservan su esencia a diferencia de otras ya saturadas. Con respecto a la gastronomía, hay que afirmar que la oferta culinaria acompaña la experiencia. Los restaurantes A Sobreposta y O Forno se encuentran entre los mejores por su autenticidad, aunque cualquier barra local cuenta con lo suficiente para una comida memorable. 

Por todas estas razones, O Barqueiro no debe ser tratado como un destino cualquiera. Y es que viajar hasta este puerto pesquero representa una invitación a experimentar Galicia en estado puro: casas de colores sobre el puerto, rías diminutas y playas apenas exploradas. 

Una tierra donde el silencio y la brisa marina se entremezclan. Así que si eres una persona que busca hacer una escapada en una de las playas más recomendables del país, O Barqueiro te espera sin dudarlo.