Un pueblo colgante y una preciosa villa medieval: los dos destinos secretos de España elegidos como los más bonitos de Europa

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Tan bonitos y tan bien conservados que parecen salidos de un cuento de hadas.

Los pueblos medievales tienen algo que los hace adictivos cuando se pone un pie en ellos por primera vez. Plazas empedradas, calles sinuosas, fachadas de piedra, balcones floridos, iglesias románicas… todo en su sitio, tan bien puesto, tan bien colocado, que no parece real. Y sin embargo, lo es. 

Si España puede presumir de algo, es precisamente de historia, patrimonio y pueblos bonitos. Y aunque a nivel local (e incluso nacional) la mayoría de estos lugares son viejos conocidos por todos, hay algunos que todavía permanecen ocultos para el turismo, al menos para el turismo de masas. 

Sucede con dos pueblos tan fantásticamente bien conservados, que son habituales en las listas oficiales de los más bonitos. Y aunque a nivel local son de los más visitados, curiosamente, han sido elegidos dentro de un ránking de destinos secretos a nivel europeo. 

Dos pueblos muy bonitos, y no tan secretos

El primero de ellos está en una colina, en un lugar remoto de la provincia de Teruel. Y no podía ser otro que Albarracín, esa villa medieval que apenas supera los mil habitantes y que sin embargo atrae miles de turistas cada año. 

Su catedral, la muralla, el castillo, las calles empedradas, la plaza Mayor, sus casonas palaciegas y el cromatismo hipnótico de las fachadas de tonos rojizos son los mayores atractivos de este lugar de cuento. Con ingredientes así, no es de extrañar que sea, desde hace años, uno de los pueblos más bonitos de Teruel. Y de los más heroicos: la silueta que dibuja el pueblo levantado en lo alto de la colina, es pura magia. 

Ha sido elegido como uno de los mejores pueblos del mundo

Y de Teruel a Barcelona. Ahí se encuentra el otro pueblo que ha sido seleccionado por European Best Destinations como otra de las ‘joyas secretas’ de Europa para descubrir en 2025. 

Se trata de un lugar perdido en la provincia de Barcelona, a menos de cien kilómetros de la capital, y muy próximo a Girona. A pesar de tener menos de 300 habitantes, presume de ser el mejor pueblo del mundo según ONU Turismo, y uno de los pueblos con más encanto de Barcelona. 

Como asomadas al abismo, en un acantilado junto al río, las fachadas de las casitas (construidas en el siglo XVI y XVII) recuerdan arquitectónicamente a las casas colgadas de Cuenca. Junto a la riera del río todavía se conservan algunos molinos harineros y en la parte alta del pueblo, un castillo (lo que queda de él, porque actualmente está en ruinas).