lunes, 15 de septiembre de 2025

Canal Viajar : La ruta de senderismo más bonita en otoño: junto a un molino de papel donde salieron las primeras páginas en las que se imprimió de El Quijote

 CanalRViajar


Una ruta circular de apenas seis kilómetros y dificultad baja, ideal para hacer en familia un domingo cualquiera de otoño.

Una preciosa ruta de senderismo que es perfecta para hacer en otoño.

La sierra de Madrid esconde un sinfín de secretos y tesoros que, en realidad, están al alcance de cualquiera. Y para descubrirlos solo hay que ponerse las zapatillas de montaña y lanzarse a descubrirlos siguiendo la senda que marcan las rutas senderistas que salpican el terreno. 

Solo la Sierra Norte de Madrid cuenta con cerca de un centenar de rutas, algunas superiores a los 50 kilómetros. Pero que nadie se asuste, porque la mayoría tiene bastantes menos y son aptas para realizar en familia y sin demasiado esfuerzo. 


De todas ellas, hay una que está considerada como la ruta más especial por la cantidad de lugares simbólicos y guiños culturales por lo que atraviesa, entre ellos un antiguo molino de papel relacionado directamente con las páginas en las que se imprimió una de las obras cumbre de la literatura española. Casi nada. 

Punto de partida de la ruta: Rascafría

Para arrancar, hay que ir hasta el pueblo de Rascafría, inmerso en el valle Alto del Lozoya, corazón de la sierra de Guadarrama. Además de ser uno de los pueblos donde mejor se come de Madrid, es el inicio de esta senda que conduce hasta el histórico Real Monasterio de Santa María de El Paular, un conjunto monumental de origen medieval que está declarado Bien de Interés Cultural. 

El Conjunto-Histórico monumental oculto en la sierra de Madrid y que está declarado Bien de Interés Cultural

Para llegar hasta esta joya de la arquitectura rodeada de bosques de pinos y robles, hay que partir desde la Oficina de Turismo de Rascafría y seguir el paseo que discurre en paralelo a la carretera M-604 en dirección al Puerto de Cotos. Y en menos de dos kilómetros, se alza imponente ante la vista el Real Monasterio. 

No negaremos que a visita a este lugar es indispensable, pero como lo que se pretende hoy es continuar la ruta y seguir hacia delante descubriendo el resto de secretos que esconde el entorno, hay que atravesar otra de las joyitas del patrimonio que salpican el valle: el puente del Perdón. Una obra barroca levantada en tiempos de Felipe V, allá por el siglo XVIII, para salvar el cauce del río Lozoya. Está junto al monasterio, y su aspecto tosco (en materiales) y refinado (en construcción) recuerda mucho al puente de Toledo de Madrid. No tiene pérdida. 

El puente barroco que hay escondido en la sierra Norte de Madrid

El antiguo molino de papel donde se imprimió El Quijote

Una vez cruzado, la senda continúa por el Camino de Papel. Y lo hace atravesando la finca de los Batanes, posiblemente el lugar más especial de toda la ruta, con permiso de la última parada que aguarda al final del camino. Y es que es en esta finca donde se encuentran los restos de la antigua fábrica de papel de Los Batanes

El papel con el que se imprimió El Quijote nació en esta antigua fábrica o molino de agua abandonado

Se trata de la vieja industria papelera gestionada por los monjes Cartujos del monasterio de El Paular. Algo así como un complejo sistema hidráulico o molino de agua que los monjes utilizaban para transformar las fibras naturales en papel. Ahí nacía el famoso papel de El Paular, el mismo que se utilizó para la edición ‘príncipe’ de El Quijote, según los manuscritos del molino. O lo que es lo mismo: para la primera edición de la gran obra de Miguel de Cervantes. 

Por esos mismos escritos se sabe que se imprimieron en el otoño de 1604, y que el papel que se usó no era el de mejor calidad, el papel fino conocido como ‘Génova’, sino otro de menor rango, más barato y de color avellanado. Ya dijimos que esta ruta estaba salpicada de anécdotas y curiosidades de lo más interesantes. 

El bosque más singular de Madrid: tiene sauna y embarcadero

Dejando atrás los restos de la antigua fábrica o molino, se llega al que posiblemente sea una de las arboledas más interesantes de Madrid: el Bosque Finlandés. Algo así como una recreación de un paisaje nórdico con ejemplares procedentes del norte de Europa, principalmente abetos. 

Tiene sauna y hasta embarcadero: el bosque de la sierra Norte de Madrid que recuerda a los de Finlandia

Además del parecido razonable de su arboleda, lo más curioso es que en este bosque hay hasta una sauna original finlandesa: una cabaña dispuesta junto al embarcadero que conduce al lago que hay en medio del bosque. La sauna ya no funciona, pero le aporta un carácter de lo más idílico a este rincón de ensueño de la sierra de Madrid. 

La senda que lleva desde Rascafría hasta el Bosque Finlandes, pasando por el monasterio de El Paular y el antiguo molino de papel, es una ruta circular de apenas seis kilómetros y de dificultad bastante suave. Un plan de lo más apetecible para hacer un domingo cualquiera de otoño


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Canal Rutas : Puertos de Beceite

  CanalRuta Las abruptas montañas de los Puertos de Beceite, horadadas por numerosos ríos y barrancos, esconden impactantes parajes como el ...