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El universo es vasto, y existen miles de millones de galaxias con infinidad de estrellas e innumerables planetas. En esos mundos, tan o más antiguos que la Tierra podrían haberse desarrollado civilizaciones, que luego de millones de años se habrían convertido en supercivilizaciones con una tecnología que incluso no podríamos comprender. Ahora científicos han hablado más a fondo de esto en una investigación publicada.
La búsqueda de inteligencia extraterrestre (SETI) ha sido uno de los empeños más intrigantes y controvertidos de la ciencia moderna.
La idea de que algunas civilizaciones alienígenas podrían haber avanzado lo suficiente como para aprovechar la energía de toda su galaxia, creando lo que se conoce como civilizaciones de tipo Kardashev III, ha fascinado y desconcertado a los astrónomos durante décadas.
Sin embargo, un nuevo estudio realizado por un equipo de investigadores dirigido por Jason Wright, astrónomo de la Universidad Estatal de Pensilvania, no ha encontrado indicios de tales supercivilizaciones en 100.000 galaxias cercanas. Así pues, la búsqueda más exhaustiva jamás realizada de «esferas de Dyson» y otros artefactos de «astroingeniería» no ha dado ningún resultado.
El estudio, publicado en The Astrophysical Journal Supplement Series, utilizó datos del satélite Wide-field Infrared Survey Explorer (WISE) de NASA, que escaneó todo el cielo en longitudes de onda infrarrojas entre 2010 y 2011.
Los investigadores buscaron signos de calor residual excesivo, que sería un subproducto de una civilización que utiliza una gran fracción de la luz estelar de su galaxia. Este calor haría que una galaxia pareciera más brillante en infrarrojo que en luz visible.
Buscando tecnología extraterrestre
Los investigadores descubrieron que ninguna de las galaxias examinadas mostraba un exceso de infrarrojos que pudiera atribuirse a una civilización alienígena. También calcularon un límite superior de la energía que podría utilizar una civilización de este tipo, basándose en el brillo infrarrojo observado en cada galaxia.
Esfera de Dyson
Descubrieron que incluso las civilizaciones más avanzadas sólo podrían utilizar hasta el 50 por ciento de la luz estelar de su galaxia sin ser detectadas por WISE.
Los resultados sugieren que, o bien las civilizaciones de tipo Kardashev III son muy escasas o están extinguidas en nuestro universo local, o bien existen pero han encontrado formas de evitar la producción de calor residual, por ejemplo utilizando tecnologías avanzadas que escapan a nuestra comprensión actual.
Wright y sus colegas reconocen que existen limitaciones e incertidumbres en su análisis, como la posibilidad de pasar por alto galaxias débiles o distantes, o de interpretar erróneamente fuentes naturales de emisión infrarroja como artificiales.
Sin embargo, sostienen que su estudio proporciona la prueba más exhaustiva y sensible de la existencia de civilizaciones de tipo III de Kardashev hasta la fecha, y que tiene importantes implicaciones para SETI y la astrobiología.
También esperan que su trabajo inspire nuevas investigaciones y observaciones para refinar y ampliar la búsqueda de supercivilizaciones alienígenas en otras partes del universo.
Sin embargo, es posible que las supercivilizaciones sí estén allí afuera y no desea ser descubiertas, o simplemente no tenemos la capacidad tecnológica para reconocer su tecnología.
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