Subotai fue un general mongol y el principal estratega militar de Genghis Khan y Ogedei Khan. Organizó más de 20 campañas militares y ganó 65 batallas, durante las cuales conquistó más territorio que cualquier otro comandante en la historia del Imperio Mongol.
Ya desde la campaña de China, Subotai dejaba ver su genio al reconocer inmediatamente la importancia de los ingenieros de asedio y fue él quien instó a Gengis Khan a enrolar a los chinos en su ejército para que le ayudasen a entrar en la poderosa Pekín, pero no solo utilizó a los chinos como mercenarios sino también como mentores ya que al terminar la campaña, Subotai era ya dueño de los secretos de este tipo de guerra.
Después de exhibir sus dotes de mando, habilidad en el campo de batalla y capacidad operativa, Subotai ascendió muy rápido en la cadena de mando y se convirtió en el principal asesor de Gengis Khan y en lo posterior, planearían juntos todas las campañas de conquista emprendidas, la primera de ellas, contra el poderoso imperio Jozremio.
Para esta campaña, Subotai se dio cuenta de que las poderosamente fortificadas ciudades persas podían desgastar excesivamente al ejército mongol, por lo que había que evitar en lo posible este tipo de enfrentamientos y obligar a los persas a presentar batalla en campo abierto, para ello ideó un plan de campaña revolucionario.
Por medio de una serie de acciones de hostigamiento en la frontera oriental del imperio persa mantuvo a su ejército aferrado en dicho sector, mientras tanto, una fuerza mongola ligera y rápida cruzaba las estepas y rodeaba el flanco norte del imperio para atacar con una sorpresa estratégica total las poco o nada preparadas ciudades persas, que fueron cayendo una a una incluyendo a la poderosa Samarcanda.
Esta estrategia es conocida como “el escorpión”, ya que al igual que este depredador, atenaza al enemigo por el frente para inutilizarle y asestar el golpe mortal con un aguijonazo que le rodeara y le ataque en el punto más débil. Esta estrategia ha sido ampliamente utilizada desde entonces incluso a un nivel meramente táctico.
Pero esta estrategia requiere ante todo velocidad y para obtenerla no solo basta tener caballos, sino planificar minuciosamente el avance, reconocer cada detalle del terreno por el que se va a andar y sobre todo, contar con una compleja y eficiente red de espías que informasen de los movimientos del enemigo, tareas que Subotai cuidaba celosamente. Este es uno de los aspectos en que Subotai se distinguía del resto de los grandes conquistadores mogoles. De hecho a diferencia de ellos, Subotai era un hombre de acción, que sabía mantenerse a prudente distancia de la arena política, motivo por el cual sus planes estaban siempre orientados a tomar las decisiones más eficientes y no las más convenientes, error muy recurrente en los estrategas que se implican en la política.
Otra virtud de Subotai, era como se menciona líneas arriba, su gran visión estratégica, con esto nos referimos a su capacidad para interpretar correctamente las variables que intervienen en el conflicto, tales como fuerzas enfrentadas, posibles líneas de acción del enemigo, tiempos de desplazamiento, contratiempos potenciales, logística, entorno político, etc. Hacer un juicio objetivo de los mismos y elegir tras él las acciones necesarias para conseguir la victoria.
Rusos, húngaros, turcos, bohemios, y búlgaros, comprobarían de manera muy dolorosa la genialidad de Subotai, que a veces se adelantaba al enemigo para enfrentarle en un paso estrecho, otras utilizando los ríos congelados como carreteras para desplazarse mucho más rápido de lo esperado, dividiendo al enemigo incitando las traiciones entre aliados y/o presentando batallas aparentando debilidad y contraatacando vigorosamente después.
Aprovechó también la complicada coyuntura política existente en Europa, ya que sus ejércitos no solo estaba peleando contra los sarracenos y turcos en tierra santa, sino que además el caro imperio romano-germánico estaba profundamente dividido y esta era la única potencia capaz de oponerles una resistencia firme, de hecho es muy probable que de n haber muerto Gengis, los mongoles hubieran podido llegar hasta el océano Atlántico.
En conclusión, se puede afirmas más allá de toda duda u objeción, que aunque Gengis Kan, fue el padre del ejército mongol, fue Subotai quien les transformo de una horda de bravos invasores nómadas a un ejército completamente profesional, separándole de otras tribus asiáticas igual de fieras y trascendentes como los hunos y los tártaros pero que fueron incapaces de sostener sus conquistas por mucho tiempo, lo que prolongó la existencia del Imperio Mongol por siglos.
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