Canal Guerra y Reinos : Descubramos los orígenes del condado de Barcelona.

 Descubramos los orígenes del condado de Barcelona.

El origen de este condado nace en el siglo VIII en el contexto del enfrentamiento entre el Imperio carolingio y los musulmanes. Fue un esfuerzo iniciado por Carlomagno, para establecer una zona o “marca” de contención hacía unos enemigos temibles.

La Marca Hispánica fue un territorio que incluyó a numerosos condados. Se inició con la conquista de Gerona en el 785. Barcelona fue conquistada por Luis el Piadoso en el 801 y se le dio la denominación de condado.

En un inicio Luis el Piadoso confió el gobierno del territorio a la aristocracia local. Es así como se nombró a un noble franco-visigodo llamado Bera para tutelarla. Sin embargo, la política pacífica del primer conde hacia los musulmanes derivó en su destitución, por considerarlo traidor. Tras ello se designaron a nobles francos para llevar las riendas del poder, dependientes de la monarquía franca. El primero fue Rampón (820-825), después Bernardo de Septimania (826-832 y 836-844) y Berenguer de Tolosa (832-835).

En el 844 la nobleza visigoda recupera el favor franco y se elige a Sunifredo I de Urgel-Cerdaña como conde de Barcelona. Las luchas civiles en la monarquía franca fueron debilitando su control sobre los territorios, de tal suerte que los condados de la Marca Hispánica fueron ganando mayor autonomía.

A través del siglo IX los diferentes condados del Imperio franco fueron convirtiéndose en hereditarios. En Barcelona, el conde Wifredo el Velloso, hijo de Sunifredo I, fue el último conde nombrado por un rey franco, en este caso Carlos el Calvo, en el 878.

Fue Wifredo el primer conde en transmitir su herencia a sus hijos. Barcelona, Gerona y Osona fue dada a su hijo mayor Wifredo II Borrell. Durante el siglo X los condes de la Marca Hispánica fueron ganando autonomía hasta convertirse en independientes de facto. En el 985 Barcelona fue atacada y quemada por Almanzor. En el 988 la dinastía Carolingia pone fin a su dominio y se elevan los Capeto.

Borrel II es llamado a prestar juramento al nuevo soberano Hugo Capeto, pero no hay constancia de que acudiera. Ese evento es considerado como el inicio de la independencia del condado. Ramón Borrell, hijo del anterior, gobierna como un soberano autónomo, es decir, imponía tributos y los administraba, acuñaba moneda con su efigie y otorgaba privilegios y feudos.

Con el tiempo el condado de Barcelona fue creciendo al absorber otros condados a través de alianzas matrimoniales y de expandir su territorio al sur a costa de los musulmanes.