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Barba Negra, cuyo verdadero nombre era Edward Teach (o Thatch), es uno de los piratas más infames de la historia, conocido tanto por su imponente apariencia como por su reputación de crueldad. Nacido alrededor de 1680, se cree que Barba Negra comenzó su carrera en la marina británica antes de convertirse en pirata a principios del siglo XVIII.
Durante su tiempo como pirata, Barba Negra comandó varios barcos, el más famoso de los cuales fue el “Queen Anne’s Revenge”. Se destacó por su táctica intimidante en batalla, donde a menudo se ataba mechas encendidas en su barba y cabello, creando una imagen aterradora y demoníaca. Este método de intimidación, junto con su astucia y brutalidad, le ayudó a capturar numerosos barcos y acumular una riqueza considerable.
La leyenda de Barba Negra creció enormemente, y su nombre se convirtió en sinónimo de terror en los mares. Sin embargo, su reinado como uno de los piratas más temidos del mundo no duró mucho. En 1718, el gobernador de Carolina del Norte, Charles Eden, le concedió un perdón, y Barba Negra se retiró brevemente. Pero pronto volvió a su vida de piratería, lo que llevó al gobernador de Virginia, Alexander Spotswood, a tomar medidas.
Spotswood organizó una expedición liderada por el teniente Robert Maynard de la Marina Real Británica para capturar o matar a Barba Negra. En noviembre de 1718, Maynard y sus hombres localizaron a Barba Negra cerca de la isla de Ocracoke en Carolina del Norte. En la batalla que siguió, Barba Negra luchó con ferocidad, pero finalmente fue abrumado y asesinado. La leyenda cuenta que recibió múltiples disparos y heridas de espada antes de caer.
Tras su muerte, la cabeza de Barba Negra fue cortada y colgada del palo de proa del barco de Maynard como un trofeo y una advertencia para otros piratas. Su muerte marcó el final de una era en la piratería y su leyenda ha persistido a lo largo de los siglos, convirtiéndose en un icono de la cultura popular y la historia marítima.
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