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Hacemos un recorrido por la capital finlandesa para ofrecerte las mejores opciones culinarias.
La cocina nórdica está de moda. Lo decía en una reciente entrevista el heroico Pedrito Sánchez, que regenta el restaurante con estrella Michelin más pequeño del mundo (Bagá, en Jaén): “Todo el ambiente gastronómico está mirando a los nórdicos como si fueran los descubridores de América”.
La finlandesa en particular se distingue entre las cocinas escandinavas por su vecindad con Suecia y Rusia. Tiene matices propios y una pureza genuina menos pretenciosa que la danesa, abanderada de la Nueva Cocina Nórdica. Finlandia concentra su vanguardismo en una industria alimentaria que exhibe I+D exportando proteínas saludables procedentes de habas locales y produciendo bebidas de kombucha fermentada con fórmulas propias.
Estos son los mejores restaurantes de Helsinki
Savoy
Eteläesplanadi 14, Kaartinkaupunki
Diseñado en los años treinta por Alvar y Aino Aalto, el restaurante es un icono de la ciudad y renovó la cocina finlandesa en 2019 gracias a la chef Helena Puolakka. Tras un largo aprendizaje en Londres, su estilo recupera la esencia local con un toque francés y reflejos de la vecina Rusia.
Lo mejor:
Trucha ártica, perca de lago, reno, alce… la carta resume lo más interesante de la cocina finlandesa en versión premium. Es imprescindible probar la versión especial del vorschmack de esta chef. Una receta que puede encontrarse con carne picada o arenque, pero siempre con patatas al horno, remolacha, pepinillos, crema agria. A veces, con coñac.
Nolla
Fredrikinkatu 22, Punavuori
Es el proyecto de un cocinero portugués, un español y un serbio. Nolla significa “cero” en finés, y el trío trabaja seriamente contra el desperdicio alimentario. Tanto los uniformes del staff como los recipientes reutilizables empleados provienen del reciclaje y su cervecería transforma el alimento sobrante en cerveza artesana.
Lo mejor:
Genial para flexitarianos, con pescados y verduras radicalmente locales. Sus platos principales son la pesca del día con zanahoria al carbón y salsa de cangrejo; los veganos champiñones cristalizados con ensalada de cebolla adobada con shiitake fermentada y el asado de ciervo con jugo de miso y salsifí confitado.
Olo
Pohjoisesplanadi 5, Kruununhaka
Una acogedora casa del siglo XIX en tonos melocotón junto a la Plaza del Mercado encierra el saber del joven maestro Jari Vesivalo. Recuperando las recetas de su infancia, propone un viaje culinario brillante y creativo por los sabores del hemisferio norte.
Lo mejor:
Su menú cambia cada temporada y ofrece combinaciones tan sofisticadas como el brioche de remolacha agria con muslo de pato y caldo de pollo aromático; fletán con wasabi islandés o natillas de huevas de trucha y caldo de corazón ahumado de reno. Un helado de leche quemada con arándanos y regaliz endulza este viaje gustativo que requiere tres horas para su disfrute total.
Grön
Albertinkatu 36, Kamppi
En el corazón de la ciudad, solo para 18 comensales y la cocina abierta, el chef Toni Kostian pone verduras e ingredientes silvestres (algunos de ellos olvidados) en primer plano. Además de la estrella regular, se ha ganado la verde de Michelin.
Lo mejor:
Tomen nota los comensales veganos porque cuentan con su propio menú exquisito. En el paralelo de temporada destacan el pastel de langosta con caviar Rossini y crema fresca; patata “Puikula” de Laponia pochada en mantequilla con cebollín y huevas de corégono o las costillas de ternera a la parrilla con repollo cocido a la clorofila, trufa y tallos de cebolla carbonizada.
Stefan's Steakhouse
Ludviginkatu, 8
Stefan Richter volvió desde Los Ángeles y fundó una cadena de asadores en su país para “amantes y conocedores de la buena carne que no quieran complicarse demasiado”. El de Helsinki está de moda para comidas informales y familiares.
Lo mejor:
Es el paraíso del wagyu, el black angus y el lomo de ternera finlandesa. Solomillos de reno, pato crujiente… en fin, un homenaje para paladares carnívoros que puede comenzar con una sopa de setas silvestres y crumble de malta. Al final, la tarta de queso con compota de cerezas que elaboraba la madre de Stefan o un pastel glaseado de queso, crema de limón y nueces tostadas. Gran carta de vinos.
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