Las albóndigas son un plato clásico en España que está a la orden del día en muchas cocinas, pero darles forma puede ser una tarea tediosa y muy pegajosa. Meter las manos en la mezcla de carne picada, huevo, leche, pan, especias y otros ingredientes puede resultar desagradable, especialmente para las personas escrupulosas.

Sin embargo, existe una técnica o ‘tip’ que se ha hecho viral en redes sociales, que es súper sencillo y enseña a dar forma a las albóndigas sin ensuciarse las manos: el truco de la botella. Además, solo se necesita una botella de plástico vacía y un cuchillo o cúter para cortarla. 

Cómo preparar la botella

Varias botellas de plástico.
Varias botellas de plástico.

Para poder llevar a cabo este truco, hay que tener una botella de plástico vacía, seca y de tamaño mediano. Por otro lado, el cuchillo tiene que estar bien afilado para poder hacerle fácilmente el corte que se necesita.

Con el cúter o cuchillo, hay que cortar la botella de plástico por la mitad, dividiéndola en dos partes: la inferior y la superior, donde está la boquilla, que es la parte que nos interesa para el truco y que será la responsable de poder darle forma a las albóndigas.

Cómo darles forma a las albóndigas

Con el corte ya hecho y la botella partida en dos, toca darles forma a las albóndigas, pero sin ensuciarse las manos en ningún momento y siendo una técnica muy sencilla. En este punto se necesita una cuchara.

Primero, hay que colocar la boquilla de la botella sobre la mezcla de carne y presionarla hacia abajo. Ahí, veremos como la carne empieza a subir por el interior de la botella, dándole forma cilíndrica gracias a la boquilla.

Después, a medida que la carne salga por el agujero y con ayuda de la cuchara, se corta la albóndiga y se retira bien a un plato con harina para rebozarlas con ayuda de dos tenedores, o, también se pueden echar directamente a una sartén con aceite de oliva para freírlas. 

Ventajas de este truco viral

Sin duda alguna, y el objetivo principal de este truco es no mancharse las manos, y se cumple a rajatabla ya que con la botella se evita el contacto directo con la carne, manteniéndose las manos limpias durante todo el proceso.

Otra de las ventajas de llevar a cabo esta técnica es la rapidez con la que se forman las albóndigas, ya que no se tarda nada en darles forma.

Por último, algo que también anima a hacer este truco en casa es la simplicidad de las herramientas que hay que usar, ya que cualquier persona tiene una botella de plástico vacía y un cuchillo afilado