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Un lugar desconocido que ha comenzado a llamar la atención por su hermetismo y sus extrañas normas, donde la ostentación y el lujo se reflejan en sus calles completamente vacías.
Se encuentra en Asia y probablemente no hayas oído hablar mucho de él. Es un lugar que recibe pocos visitantes por varias razones. En primer lugar, no es muy comentado en las guías de viajes, pero no es que se trate de un enclave poco interesante, ni falto de monumentos y lugares turísticos. Es, de hecho, la falta de información que se tiene sobre este lugar lo que lo hace tan único.
Las pocas personas que se deciden a visitarlo, tienen por delante un proceso largo y tedioso a la hora de pedir las divisas, que no se llegan a impartir en muchas ocasiones. Los “afortunados”se enfrentarán a uno de los viajes más singulares que hayan hecho en su vida: no se puede ir solo por la calle y todos los desplazamientos tienen que ser avisados con antelación y ser aprobados por la oficina de asuntos exteriores. Se compara a menudo con viajar a Corea del Norte por el exagerado control, aunque para algunos su hermetismo es un factor que aviva su curiosidad por este rincón del mundo.
Así es el país más misterioso
Con un puesto alto en el ránking de los países menos visitados del mundo, Turkmenistán se presenta como un destino fascinante. Pero es importante no ir con las expectativas muy altas, pues una visita puede dejarte con más dudas de las que tenías antes de bajar del avión.
En Ashgabat, la capital del país, llama la atención los increíbles monumentos dorados que adornan sus plazas y avenidas. Fotografiarlos está permitido. De hecho, será una de las pocas ocasiones que puedas hacer fotos sin extras en las fotos de tu viaje: las calles están prácticamente desiertas. Visitar los enormes centros comerciales es, según algunos visitantes “como caminar por una ciudad fantasma”.
Otro detalle curioso reside en sus normas de circulación, en la que, hasta hace poco, todos los coches tenían que ser por ley de color blanco, haciendo juego con los edificios. El resultado es una ciudad inmaculada, perfectamente planificada hasta el más mínimo detalle: artificial. Según el Libro Guinness de los récords, se trata de la ciudad con más mármol del mundo.
La dictadura más extravagante
Tras la muerte del mandatario en 2006, sus sucesores no han variado prácticamente las políticas de aislacionismo y culto al líder, llevando a extravagancias como una estatua de oro de 20 metros de altura, en honor a Gurbanguly Berdymukhamedov su segundo líder.
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