La 'humilde' tortilla catalana que no todo el mundo conoce en el resto de España

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Dentro del amplio recetario de la gastronomía de España, la tortilla de patata es el emblema de nuestra cocina. Ya sea con cebolla o sin cebolla, caramelizada, con queso o con huevos de Betanzos, todo turista extranjero que viene a nuestro país, tiene en mente probar este plato tradicional y muy popular en los bares y restaurantes nacionales. 

Pero no todo es tortilla de patata. Los más 'foodies' de la casa elaboran otras versiones con ingredientes como atún o jamón york, o una simple tortilla revuelta, que es una excelente idea para cenar y no cuesta ningún trabajo hacerla, algo que Karlos Arguiñano sabe a la perfección. 

Sí, hay muchas opciones para elaborar una buena tortilla y que salga perfecta. Sin embargo, en Cataluña, hay una versión poco conocida y que un bar de Barcelona se ha encargado de resucitarla y añadirla en su carta. Se trata de la 'agafa-sants', una tortilla que se suele servir con las sobras del sofrito. 

En otras palabras, es un plato que forma parte de la conocida cocina de aprovechamiento, aunque, en la actualidad, está desapareciendo de los bares y restaurantes, tal y como recalca el chef Pere Cardona, del bar La Nova Farga, en su cuenta de Instagram.

La tortilla catalana poco conocida en el resto del país

"Hay platos que deberían recuperarse de AHORA. Este se llama "agafa-sants" y es una cocina popular que está desapareciendo de las cocinas caseras y ni siquiera estamos hablando de bares y restaurantes", empezaba explicando Cardona en su cuenta de Instagram para hablar de esta peculiar receta catalana. 

En el mismo post explica que "es una tortilla de harina y frita con almendras picadas, en este caso". Es en los libros de gastronomía catalana donde hay algo de información sobre el 'agafa-sants', un plato que, tal y como ha expresado el chef de La Nova Farga, cada vez se ve menos en los bares y en los restaurantes. 

Por ejemplo, en Argot culinari i gastronòmic, de Josep M. Daró, especifican que esta tortilla está hecha "de harina, cortada de forma irregular, se cuece durante diez minutos en un sofrito con guisantes. Plato de la cocina popular de nuestros abuelos, hoy en desuso, muy práctico, fácil y rápido de hacer, y sobre todo económico, aspecto que siempre ha presidido la cocina catalana de a diario. Se servía sin el sofrito para acompañar la carne o el pescado, cortado en trozos y desnuda o sola, en días de ayuno religioso".