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De norte a sur, Italia enamora con sus ciudades llenas de historia, sus tranquilos pueblos que parecen anclados en el tiempo y sus maravillosos paisajes naturales. Las regiones de Lazio, Toscana, Veneto y Lombardia son algunas de las más visitadas de la nación, y es que estas tienen como capital a Roma, Florencia, Venecia y Milán, respectivamente. Otras zonas como la Costa Amalfitana, las Cinque Terre y los Dolomitas también atraen a gran cantidad de turistas.
Sin embargo, hay una región que pasa más desapercibida a pesar de todos los tesoros que esconde. Calabria, la punta de la bota, sorprende con sus playas de aguas cristalinas y ciudades tan interesantes y bellas como Catanzaro, Cosenza o Regio de Calabria.
Los paisajes más variados en Catanzaro
La región más al sur de la Italia continental se extiende a lo largo de más de 15 mil kilómetros cuadrados, con paisajes tan variados que podremos caminar entre escarpadas montañas para después relajarnos en arenales bañados por los mares Tirreno y Jónico. La capital de Calabria es la ciudad de Catanzaro, donde podremos visitar monumentos como el Duomo, la Iglesia de Santa Teresa y la Torre Normanna. En busca de lugares más tranquilos llegaremos también a los jardines de Villa Trieste y el Belvedere, que nos brinda una panorámica única del valle de Fiumarella y del golfo de Squillace.
La provincia homónima también nos ofrece preciosas playas de arena blanca en la Costa Jónica (por ejemplo, en Soverato) para relajarse en los meses de verano, así como una estación de esquí en la meseta de Sila perfecta para disfrutar durante el invierno. A todo ello se suman el yacimiento arqueológico de Scolacium, con los restos del asentamiento prerromano de Skylletion, y el pueblo de Belcastro, construido a los pies de un castillo.
De la naturaleza de Consenza a la historia de Crotone
En la zona norte de la región encontramos la provincia de Consenza. Su capital homónima reluce con edificios monumentales, palacios señoriales y bonitas iglesias. Asimismo, estas tierras presumen de una naturaleza desbordante, que podremos explorar en el Parque Nacional del Pollino. En este espacio protegido nos esperan aventuras únicas, desde adentrarse en la Grotta del Romito en Papasidero y descubrir sus vestigios prehistóricos hasta practicar rafting en las gargantas del río Lao. La localidad de Amantea y las playas de Praia a Mare, Tortora Marina, Roseto Capo Spulico y Rocca Imperiale Marina son otros puntos imprescindibles de la provincia.
Por su parte, entre Consenza y Catanzaro se abre paso Crotone y su capital del mismo nombre. La ciudad fue una antigua colonia griega desde el siglo VIII a.C. y el lugar donde el filósofo fundó la escuela pitagórica. Aquí no podemos perdernos la Catedral de Santa María Assunta y la zona arqueológica de Capo Colonna. Los pueblos de Santa Severina y Le Castella, la Reserva Marina de Capo Rizzuto, el Parque Fluvial de Vergari completan la oferta turística.
Descubre el sur en Vibo-Valentia y Regio de Calabria
Pasamos ahora a la parte sur de Calabria, donde encontramos la provincia de Vibo-Valentia. En la ciudad de Vibo no podemos perdernos el castillo normando-suabo y el mirador del Belvedere Grande. Por su parte, Pizzo y la iglesia de Piedigrotta, las ruinas de Mileto y la Cartuja de Serra San Bruno también son paradas imprescindibles. Y por supuesto, la joya de la corona: Tropea y su espectacular santuario de Santa María.
Y finalmente, en la zona más meridional de la región podemos visitar Regio de Calabria. La ciudad homónima se extiende por la costa frente al estrecho de Mesina y la isla de Sicilia. No podremos irnos sin antes pasar por el Museo Arqueológico de Reggio Calabria y contemplar los famosos Bronces de Riace, dos estatuas griegas del siglo V a.C. A ello se suma una caminata por el paseo marítimo de Falcomatà y una visita al castillo aragonés.
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